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Si se confirma su nombramiento, se espera que se centre en reducir regulaciones y aplicar sanciones más bajas por infracciones
Paul Atkins, un veterano regulador financiero y una figura fija en los círculos financieros conservadores de Washington, es la elección del presidente electo Donald Trump para dirigir y posiblemente reformar la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos.
Trump eligió a Atkins para reemplazar al presidente saliente Gary Gensler, según un comunicado publicado en Truth Social. Gensler ha dicho que planea dejar el cargo el 20 de enero.
“Paul es un líder probado en materia de regulaciones con sentido común. Cree en la promesa de unos mercados de capitales robustos e innovadores que respondan a las necesidades de los inversionistas y que proporcionen capital para hacer de nuestra economía la mejor del mundo. También reconoce que los activos digitales y otras innovaciones son cruciales para hacer de Estados Unidos un país mejor que nunca”, afirmó Trump en el comunicado del miércoles.
Al elegir al ex comisionado republicano de la SEC, Trump está eligiendo a uno de los miembros más influyentes del Partido Republicano en materia de regulación financiera para supervisar Wall Street. Si se confirma su nombramiento, se espera que Atkins se centre en reducir las regulaciones y aplicar sanciones más bajas por infracciones.
“Es el padrino de la ideología conservadora de los mercados de capitales y mentor de una generación de legisladores”, dijo Tyler Gellasch, presidente de la Healthy Markets Association, un grupo comercial compuesto por bolsas, inversionistas institucionales y otras firmas financieras. “Es difícil imaginar un líder más conectado y capaz para reducir la SEC y sus reglas”.
Atkins fundó Patomak Global Partners, una firma de consultoría para importantes clientes de la industria financiera, después de dejar la SEC al final de la administración de George W. Bush.
Desde entonces, Patomak ha ascendido hasta convertirse en uno de los asesores más destacados para bancos, firmas comerciales, fintechs y otras compañías financieras que buscan orientación sobre cómo influir y responder a los edictos e investigaciones de Washington.
Tanto en la SEC como en el sector privado, Atkins ha participado en algunos de los temas de política financiera más importantes y polémicos, como la influencia de los asesores de voto en los consejos de administración y los costos de la “sobrecarga de divulgación”, así como las políticas para fomentar la formación de capital.
Ha testificado ante el Congreso sobre las formas de reestructurar las operaciones de la agencia y reducir lo que algunos participantes de la industria consideran regulaciones duplicadas o excesivamente onerosas. Más recientemente, Atkins ha sido un firme defensor de los activos digitales y las empresas de tecnología financiera.
Como comisionado de la SEC, Atkins se manifestó en contra de las elevadas sanciones impuestas a las empresas, afirmando que en última instancia perjudican a los accionistas. También destacó el mandato de la SEC de no sólo proteger a los inversionistas, sino también aumentar la competencia y la eficiencia en los mercados.
El regulador “no debe dejar a esos mismos inversionistas fuera de nuestros mercados mediante regulaciones onerosas ni devorar los frutos de sus inversiones mediante mandatos absurdos”, dijo Atkins en un discurso de 2007 .
También criticó partes de las reformas radicales contenidas en la ley Dodd-Frank que se promulgó a raíz de la crisis financiera de 2008. Testificó ante un comité del Congreso sobre los problemas con ciertos grandes bancos que fueron designados como instituciones financieras de importancia sistémica y la “bolsa sorpresa” de disposiciones de divulgación de información de empresas públicas contenidas en la ley.
El liderazgo de Atkins probablemente contrastaría marcadamente con el de Gensler, quien presentó una de las agendas más ambiciosas de la SEC en la historia reciente. Sin embargo, algunas de las principales iniciativas de Gensler se vieron obstaculizadas por impugnaciones legales.
La SEC, bajo el gobierno de Gensler, también impuso grandes multas por errores regulatorios, con sanciones récord para las firmas financieras que utilizaban dispositivos de comunicación no oficiales para realizar negocios.
Los grupos empresariales, especialmente la industria de las criptomonedas, a menudo se quejaron de que la SEC, bajo el gobierno de Gensler, promulgaba regulaciones por medio de la aplicación de la ley en lugar de crear primero reglas claras de juego.
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