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El índice de confianza económica de la UE cayó a 93,7 el mes pasado desde 95,6 en noviembre, muy por debajo de las expectativas
La economía de la zona euro, que ha estado al borde de la recesión durante más de un año, terminó 2024 con una nota débil, mostraron varios indicadores clave el miércoles, lo que sugiere que una recuperación largamente esperada sigue siendo una perspectiva lejana.
El indicador clave de sentimiento de la Comisión Europea cayó más de lo esperado en diciembre, los pedidos industriales alemanes se desplomaron y las ventas minoristas alemanas cayeron inesperadamente, todo lo cual se sumó a los indicadores ya sombríos del bloque monetario de 20 naciones.
Las cifras sugieren que la zona euro, que enfrenta la nueva amenaza de aranceles a sus exportaciones por parte de la administración entrante de Trump, apenas creció el último trimestre y el crecimiento alemán puede haber sido negativo nuevamente.
Esto prolongó una mala racha desde que el aumento de los precios de la energía tras la invasión rusa de Ucrania afectó a la industria.
"El sombrío indicador de confianza económica de hoy plantea un claro riesgo de que nuestro pronóstico de crecimiento moderado del PIB en el primer trimestre del año se vea afectado", afirmó Leo Barincou, de Oxford Economics. "No hay ningún punto positivo para la economía de la zona del euro".
El índice de confianza económica de la UE cayó a 93,7 el mes pasado desde 95,6 en noviembre, muy por debajo de las expectativas de una lectura estable. El índice de clima industrial se desplomó, la confianza del consumidor cayó, al tiempo que las expectativas de precios subían.
Las cifras se conocieron apenas horas después de que otros datos mostraran que los pedidos industriales en Alemania, la mayor economía de la zona euro, disminuyeron 5,4% respecto al mes anterior, por debajo de las expectativas de que no se produjeran cambios.
Mientras tanto, las ventas minoristas disminuyeron 0,6% en términos reales respecto al mes anterior,frente a las previsiones de un crecimiento de 0,5%.
El vasto sector industrial de Alemania ha estado en recesión durante más de un año debido a que los altos costos de la energía, la disminución de la demanda de Asia y la competencia más barata de otros mercados han estado afectando al sector.
"Aún no se vislumbra un cambio de tendencia en la industria alemana. En el mejor de los casos, está tocando fondo", afirmó el economista de ING Carsten Brzeski. "Las decepcionantes ventas minoristas sugieren que es poco probable que el repunte del consumo privado en el tercer trimestre continúe en el cuarto trimestre".
Los economistas han contado desde hace tiempo con el consumo privado para impulsar la recuperación, puesto que ahora los hogares disfrutan de un crecimiento sustancial del ingreso real en medio de una inflación en descenso.
Pero un estudio del Banco Central Europeo sugiere que los hogares seguirán ahorrando una porción inusualmente grande de sus ingresos para reconstruir la riqueza perdida por la alta inflación, lo que posiblemente frustre las esperanzas de un mayor gasto.
Esta tendencia podría incluso verse exacerbada por cualquier mayor debilidad en el mercado laboral, que ha comenzado a sufrir un crecimiento débil, menores márgenes corporativos y una demanda mediocre de bienes y servicios corporativos, sostienen los economistas.
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