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La fuerte subidas y el enfoque agresivo de la política monetaria han llevado a algunos expertos a preocuparse por una recesión
A mediados de octubre, se informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió 0,4% en septiembre en Estados Unidos y se ubicó a nivel interanual en 8,2%. La cifra está sobre lo esperado por el mercado, ya que se proyectaba que la inflación estuviese en 8,1%, según economistas encuestados por Reuters.
En base a esto, varios analistas ya dan por hecho que la Reserva Federal aumentará sus tasas nuevamente en 75 puntos base en su próxima reunión del 1 y 2 de noviembre, lo que sería la cuarta dosis consecutiva de esta magnitud.
Desde Citi, el economista jefe para EE.UU., Andrew Hollenhorst, coincide con que la Fed continúe con este ritmo de subidas, apuntando a que la inflación subyacente -que aumentó 6,6% respecto al año anterior, llegando a un máximo en 40 años- ha demostrado “ser persistentemente fuerte y los funcionarios querrán tanto llevar los tipos a niveles más altos como enviar una señal de su resolución de lucha contra la inflación”.
Por su parte, cree que una “inflación más suave” podría hacer que el banco central ralentice su ritmo de subidas a 50 pb en diciembre.
Michael Pearce, economista para EE.UU. de Capital Economics, también cree que es “casi seguro” que la Fed suba las tasas en 75 pb. “Los funcionarios han dejado claro que seguirán subiendo las tasas de interés a un ritmo agresivo hasta que haya señales claras y convincentes de que la inflación está cayendo, claramente ese aún no es el caso”.
Sin embargo, el economista apunta a que los signos de desinflación, que ya se ven en algunos precios de bienes, se amplíen a otras categorías en los próximos meses y lleve a la inflación a caer “más bruscamente a medida que entramos en 2023”.
En un informe, el economista para EE.UU. de Bank of America (BofA), Michael Gapen, indicó que para que la inflación alcance su objetivo de 2% en dos años, la Fed debería ralentizar el mercado laboral “de forma significativa”. Algo que no ha pasado, los últimos datos de solicitudes de subsidio por seguro de desempleo están en un mínimo de tres semanas, disminuyendo en 12.000 a 214.000 en la semana que finalizó el 15 de octubre.
“Hasta ahora, los avances del mercado laboral siguen siendo sólidos a pesar del ritmo sin precedentes del endurecimiento monetario. Esto también significa que no hay conflicto en este momento entre los dos mandatos de la Fed: ambos están enviando una clara señal para subir los tipos significativamente más”, dijo.
Techo y aterrizaje forzoso
Los tres analistas coinciden en que el techo de alzas será entre fines de este año y marzo del próximo, alcanzado un techo entre 4,50% y 4,75% de la tasa de interés.
“Con las tasas ya por encima de 3% y la economía desacelerándose, los funcionarios de la Fed también estarán cansados de continuar subiendo las tasas agresivamente desde aquí”, dice Pearce desde Capital Economics, aunque advierte que “aunque eso dependerá de qué tan rápido veamos señales de que la inflación comienza a caer más marcadamente”.
Por su parte, Hollenhorst del Citi cree que la autoridad monetaria subirá la tasa al menos hasta principios de 2023, pero con los riesgos que “están claramente equilibrados al alza: no sería sorprendente que los tipos superaran 5%”.
La fuerte subidas y el enfoque agresivo de la política monetaria han llevado a algunos expertos a preocuparse por la posibilidad de que la economía estadounidense entre en recesión.
Hollenhorst dice que la posibilidad de que la Fed logre un aterrizaje suave “es posible, pero no probable”. A ojos del economista, “la historia no está del lado de la Fed y un aterrizaje duro o una recesión es el resultado mucho más probable”, apuntando a que en 2023 hay 75% de probabilidades que haya una recesión en algún momento.
Mientras que Pearce apunta a que es más probable que ocurra en los próximos doce meses. “Creo que el endurecimiento de las condiciones financieras que ya hemos visto en términos de aumento de las tasas de interés y caída de los precios de las acciones ya es suficiente para generar una recesión leve en la economía real”, señaló.
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