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El presidente de ecuador, Daniel Noboa, dio inicio a la suspensión eléctrica en todo el país ante la crisis energética generada por fuerte sequía y riesgo en soberanía energética
El Gobierno de Ecuador había anunciado el fin de semana que realizará un apagón eléctrico nacional e implementaría un toque de queda desde hoy a las 10:00 p.m. hasta las 6:00 a.m. de mañana con motivo de trabajos de mantenimiento en las instalaciones del Sistema Nacional de Transmisión y las redes de distribución eléctrica.
“El horario de corte establecido ha sido escogido con la finalidad de generar el menor impacto posible en las actividades productivas y el desarrollo de jornadas laborales”, señaló la presidencia en un comunicado.
En específico, esta noche se llevará a cabo el mantenimiento del equipo primario y de transformación en cuatro subestaciones operadas por Celec Transelectric: Macas, Santa Elena, Milagro y Molino. Estos trabajos se realizarán con US$1,19 millones de inversión.
Pero ahora, la Presidencia de Ecuador tomó la determinación de alargar la suspensión de energía en cuatro días de la próxima semana, es decir que la medida se mantendrá desde el lunes 23 hasta el jueves 26 ante la crisis energética que atraviesa el país en medio de la sequía que el Gobierno ha catalogado como la más fuerte en los últimos 61 años.
Además de mantener el toque de queda en las horas de apagón para mantener la seguridad, se determinó que implementar el teletrabajo en el sector público, y se están evaluando más opciones para rendir la energía disponible.
“Hemos desplegado una serie de acciones para enfrentar esta crisis y reducir su impacto, como la puesta en marcha de barco generador, generadores permanentes de tierra, aprobación de reglamentos para importación de gas natural, complementación de infraestructura energética que estuvo abandonada y normativas que permiten generación del sector privado”, dijo el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, acerca de otras medidas que están implementando con el objetivo final de garantizar la soberanía energética a largo plazo.
Acerca del abandono a la infraestructura, el analista internacional Luis Alberto Villamarín señaló que llegar a este punto crítico es la suma de varios factores negativos de la producción hidroeléctrica, que es la principal fuente que tiene Ecuador.
Una de ellas es la limitación que tienen de las represas por el fenómeno de El Niño, pero también afirma que se debe a malos manejos administrativos que vienen desde la época admistrativa de Rafael Correa.“La polarización permanente que ha mantenido el país no ha dejado que se centren en los objetivos estratégicos, entonces eso tenía que hacer metástasis en algún momento y lo hizo ahora”, afirmó Villamarín.
Otro factor que afectó la distribución eléctrica en el país es que contaba con la compra que realizaba a Colombia pero estas exportaciones también se tuvieron que suspender por la escasez en el país vendedor.
“Con el surtido que le hacía Colombia o sin él, Ecuador hubiera podido resolver su problema si hubiera habido mejor administración de sus recursos y sobre todo un manejo político más coherente, pero en el país se han mantenido enfrentados y polarizados y adicional, el narcotráfico a escindido completamente la nación, lo que han impedido prevenir la situación”.
Según las autoridades, para volver a la normalidad, Ecuador necesita de 1.000 megavatios de potencia más para cubrir la demanda nacional y una solución a largo plazo es que se realicen los procesos de mantenimiento de las represas existentes y se aseguren nuevos contratos de generación.
Tras el anuncio del Gobierno, militares ingresaron a la central hidroeléctrica Mazar, de unos 170 megavatios de potencia y considerada clave por su gran capacidad de almacenamiento, para apoyar su operación y resguardarla.
Cerca de 50 militares se entrenarán en la operación del sistema hidroeléctrico, dijo el Ministerio de Defensa. La Policía Nacional dijo que movilizarán a unos 46.000 agentes a nivel nacional durante los cortes de energía nocturnos y habrá más patrullajes en zonas altamente inseguras, como carreteras y cárceles.
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