"EE.UU. está comprometido a restablecer el equilibrio en nuestra relación con China"

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China e Irán coparon la primera parte del discurso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la Asamblea General número 74 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se realiza el día de hoy en Nueva York, Estados Unidos.

Después de hablar del crecimiento económico de sus país durante su administración, donde destacó que el nivel de desempleo en EE.UU. llegó a su nivel más bajo en 50 años, el impacto de los recortes fiscales, los seis millones de estadounidense que han conseguido trabajo en menos de tres años, el incremento de los sueldos y los 2,5 millones de estadounidenses que han superado la pobreza en menos de tres años, destacó el poderío de EE.UU. para concretar buscar un equilibro en las relaciones comerciales con China y alcanzar la paz.

"Después de pasar US$2,5 billones para reconstruir nuestro ejército, somos uno de los países más poderosos del mundo, esperemos no tener que usar nunca nuestro poder", indicó Trump.

El Presidente de EE.UU. cuestionó que China haya sido admitida en 2001 en la OMC (Organización Mundial del Comercio). "Nuestros líderes adujeron que esta decisión haría que China tuviera que liberar su economía y no fue así, se hicieron cosas que eran inaceptables para nosotros con respecto al estado de derecho y a la propiedad privada, y ha quedado claro que no han querido llevarlo a cabo (...) su economía tiene barreras de mercado, grandes subsidios estatales y la manipulación de la moneda, la tecnología forzada, la propiedad intelectual vulnerada", dijo.

Puso de ejemplo a un fabricante de chips que no pudo vender sus productos en China porque una empresa estatal de ese país se robó los diseños por US$8.700 millones y obtuvo patentes para un producto idéntico. Así mismo, destacó que alrededor de 60.000 fábricas estadounidenses se perdieron después de que China ingresara en la OMC. "La OMC debe cambiar drásticamente, la segunda mayor economía del mundo no se puede declarar como economía en desarrollo y aprovecharse de ello", comentó.

Sus últimas palabras sobre China se concentraron en destacar que una relación comercial equilibrada. "El pueblo americano está comprometido a restablecer el equilibrio de nuestra relación con China, he dejado claro que no voy a aceptar un mal trato, ni un trato que no sea bueno para el pueblo de EE.UU. Por eso también vamos a seguir de cerca la situación en Hong Kong", indicó.

Luego habló de Irán, país del cual dijo que era el principal patrocinador del terrorismo. "EE.UU. no quiere conflicto con otras naciones, queremos paz y nunca dejaré de defender los intereses de los EE.UU. Una de las grandes amenazas de seguridad de los países que aman la paz es el régimen de Irán", comentó. Sobre este país dijo que es hora de que se revierta la realidad y que sus líderes piensen en su pueblo.

"Estados Unidos sabe que todos pueden empezar una guerra, pero solo lo más valientes pueden optar por la paz", señaló.

También habló de Venezuela y de Maduro a quien señaló como un "títere de la dictadura de Cuba". Destacó la coalición de 55 países que apoyan el regreso de la democracia en Venezuela y envió un mensaje a los venezolanos: "Les digo que América está unida detrás de todos ustedes, tenemos ayuda humanitaria lista para entregarla y seguimos muy de cerca la situación de Venezuela".

Al igual que Bolsonaro, Trump terminó diciendo que Venezuela es víctima del socialismo. Además, dijo que el comunismo se está aprovechando de ese país.

A modo general, el Presidente de EE.UU. llamó a las naciones a rechazar la globalización. Pidió defender el patriotismo, el nacionalismo y la independencia. "Los líderes inteligentes son los que siempre anteponen el bien de sus pueblos y de su país. El futuro no pertenece a los globalizadores, sino a los patriotas, el futuro pertenece a las naciones independientes que protegen a sus ciudadanos y respetan a sus vecinos", dijo.