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El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, describió las discusiones como constructivas cuando abandonó la oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos
Los funcionarios estadounidenses y chinos concluyeron las negociaciones comerciales de alto nivel el viernes sin un acuerdo, pero evitando una ruptura en las negociaciones incluso después de que el presidente Donald Trump aumentara los aranceles de US$200.000 millones en productos de China y amenazara con imponer más.
Estados Unidos dio su punto final en las conversaciones en Washington, diciendo que Beijing tenía tres o cuatro semanas más para llegar a un acuerdo antes de que la administración de Trump promulgue aranceles adicionales sobre US$325.000 millones de importaciones chinas que actualmente no están cubiertas por derechos punitivos, según dos personas familiarizadas con las negociaciones.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, describió las discusiones del viernes como constructivas cuando abandonó la oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos. El viceprimer ministro chino, Liu He, el principal negociador que dirigió las conversaciones en Washington, dijo a los reporteros en su hotel que las conversaciones "fueron bastante bien".
Sin embargo, varias personas familiarizadas con las discusiones dijeron que se hicieron pocos progresos durante una cena de trabajo el jueves y en las conversaciones de la mañana del viernes. Liu no vino preparado para ofrecer muchas más concesiones, dijo una de las personas.
Se esperaba que Liu y su delegación salieran de Washington el viernes por la tarde, según una persona familiarizada con su planificación.
Las acciones de EE.UU. cayeron por quinto día el viernes, aunque subieron desde los mínimos del día después de las indicaciones de los funcionarios estadounidenses de que las dos partes seguirán hablando.
Sin prisa
El viernes anterior, Trump dijo que "no hay necesidad de acelerar" un acuerdo. "Las conversaciones con China continúan de una manera muy agradable, no hay ninguna necesidad de apresurarse", dijo el presidente de Estados Unidos en Twitter, antes de que se reanuden las conversaciones. "Mientras tanto, continuaremos negociando con China con la esperanza de que no vuelvan a intentar rehacer el acuerdo".
En medio de las últimas conversaciones, los EE.UU. Avanzaron con sus planes el viernes para aumentar la tarifa punitiva al 25% del 10% en 5.700 categorías de productos diferentes de China, desde verduras cocidas hasta luces de Navidad y sillas altas para bebés. China dijo que se verá obligada a tomar represalias, aunque el gobierno no especificó de inmediato cómo.
La nueva ola de aranceles estadounidenses marcó un fuerte retroceso con respecto a la semana pasada, cuando los funcionarios estadounidenses expresaron su optimismo de que un pacto estaba al alcance. La escalada con China también señaló la voluntad de Trump de arriesgar más daño económico y político a su aparente creencia de que las guerras comerciales en última instancia son vencibles.
Moscú, que ha advertido contra este tipo de acciones, intensificó su amenaza de una respuesta nuclear a los ataques convencionales.
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