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La matanza en el campo de fútbol de Majdal Shams exacerbó las tensiones y algunos analistas temen que pueda desencadenar un conflicto total entre Hezbolá e Israel.
El ejército israelí atacó a un líder de Hezbolá en un suburbio de Beirut, en respuesta a un ataque con cohetes el sábado en los Altos del Golán que mató a 12 jóvenes.Las Fuerzas de Defensa de Israel dijeron que su objetivo era “el comandante responsable del asesinato de los niños” en la localidad de Majdal Shams, en el Golán, y de “la muerte de otros numerosos civiles israelíes”.
Israel no tiene la intención de realizar más ataques inmediatos en represalia por el ataque del fin de semana, dijeron dos altos funcionarios del país, que hablaron bajo condición de anonimato. El ataque contra la capital libanesa se produjo poco antes de las 20:00 hora local y estaba dirigido contra Fuad Shukr, según los oficiales. No estaba claro si Shukr, un alto asesor militar del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, sobrevivió. También se le conoce como Mohsin.
Shukr es buscado por el gobierno estadounidense por su rol en un atentado con bomba en Beirut en 1983 en el que murieron unos 240 miembros de la infantería de marina estadounidense.
“No se trató de un ataque masivo del tipo ‘destruir Beirut, arrasar la infraestructura del Líbano’”, dijo Robert Satloff, director ejecutivo del Instituto Washington para la Política de Medio Oriente.“Este ataque fue selectivo y temible en su inteligencia táctica, pero no abrumador. Hezbolá puede elegir no escalar”.
Imágenes de televisión procedentes de Beirut mostraban columnas de humo que se elevaban desde edificios en Haret Hreik, en los suburbios del sur, hogar de muchos partidarios de Hezbolá. Los medios de comunicación estatales libaneses informaron que un avión no tripulado disparó tres cohetes contra la capital libanesa y una mujer resultó muerta.
El shekel israelí se debilitó tras el ataque, hasta 1,1% a 3,77 por dólar, antes de recortar parte de las pérdidas.
“Para Hezbolá e Israel, una escalada regional no está en las cartas, o al menos no quieren que lo esté”, dijo en Bloomberg TV Natasha Hall, miembro senior del Programa de Oriente Medio del CSIS. “Dicho esto, siempre podría producirse una escalada por accidente, que es esencialmente lo que ocurrió con el ataque de Majdal Shams”.
Israel culpó al grupo militante y partido político libanés Hezbolá por el ataque contra la localidad drusa del Golán. Hezbolá, la cual cuenta con el apoyo de Irán, negó ser responsable. Estados Unidos coincidió con Israel en que Hezbolá era culpable pero instó a todas las partes a evitar cualquier escalada que pudiera conducir a una guerra más amplia en la región.
La matanza en el campo de fútbol de Majdal Shams exacerbó las tensiones y algunos analistas temen que pueda desencadenar un conflicto total entre Hezbolá e Israel. Ambas partes han estado intercambiando disparos casi todos los días desde que estalló la guerra de Israel contra Hamás en octubre. Hezbolá dice que actúa en solidaridad con el grupo y con los palestinos de Gaza.
El ataque en el Golán fue el peor en términos de víctimas civiles dentro del territorio controlado por Israel. Israel y Hezbolá han atacado sobre todo emplazamientos militares.
El ministerio de Asuntos Exteriores iraní afirmó que el ataque de Beirut era una “acción criminal” que no impediría a la “resistencia libanesa” apoyar a los palestinos. Hizo hincapié en el derecho del Líbano a responder.
Hezbolá es, al igual que Hamás, designada organización terrorista por EEUU. Se la considera la parte principal del “Eje de la Resistencia” de Irán, un grupo de milicias anti-EEUU y anti-israelíes en todo el Medio Oriente.
Hezbolá es un grupo chiíta y uno de los actores no estatales más poderosos del mundo, con muchos más combatientes, misiles y aviones no tripulados de los que tenía Hamás antes de que comenzara su guerra con Israel.
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