El Banco Central Europeo debate iniciar una normalización monetaria rápida

Las actas de la última reunión de política monetaria celebrada por el Banco Central Europeo (BCE) en abril revelan un intenso debate en el seno del organismo. Al calor de la inflación, algunos miembros del Consejo de Gobierno sugirieron retirar el compromiso a que la normalización de sus políticas se hará de forma "gradual" cuando llegue el momento.

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Sin ser una posición aparente mayoritaria -a la luz de lo que desprende la transcripción de la cumbre- un paso en esta dirección abriría la puerta a una acción más decidida del banco central en el campo de las subidas de los tipos de interés. Se espera que el BCE eleve las tasas de referencia por primera vez en 11 años ya en julio y los inversores están ahora pendientes del ritmo de incrementos que seguirá la institución una vez que dé el pistoletazo de salida.

"Se hizo mención al riesgo de que, si el consejo de Gobierno no da la señal de una normalización más rápida de la política monetaria, las expectativas sobre la inflación seguirán incrementándose desde un nivel que está ya por encima del objetivo", rezan las actas.

"A mi entender, una normalización gradual supone una subida de 25 puntos básicos por trimestre mientras que una normalización rápida podría implicar alzas de ese calibre en cada cumbre", señala Frederik Ducrozet, economista de Pictet WM.

En la reunión de abril la visión de abordar una normalización gradual se impuso y así ha sido desde entonces recalcado por Christine Lagarde, presidenta de la institución. Los miembros del Consejo de Gobierno a favor de esta postura señalaron que "un giro de la guía de los mercados desde una normalización gradual de nuestras políticas a una más agresiva no parece justificada" e indicaron que estos cambios podrían llevar a un aumento de la incertidumbre monetaria ante la que los mercados serían incapaces de anticipar los movimientos del banco central.

Sin embargo, la inflación ha continuado sorprendiendo al alza y la postura mantenida por los halcones del BCE, los miembros menos afines a los estímulos económicos, cobra cada vez más fuerza. Olli Rehn, gobernador del Banco de Finlandia y un miembro bastante neutro del Consejo de Gobierno, pedía recientemente dar el salto hacia una normaliación más acelerada para salir cuanto antes del terreno de los tipos de interés negativos.

"Es de esperar que este debate cobre mucha más fuerza en la cita de junio con las nuevas proyecciones macroeconómicas que supondrán una revisión al alza de la inflación esperada", indican fuentes financieras.