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El gobierno federal se encuentra al borde de una posible 'paralización', que podría suspender servicios esenciales y afectar a millones de trabajadores
El Gobierno deberá renovar su financiamiento antes del 1 de octubre, fecha que marca el comienzo del próximo año fiscal. Si el Congreso no aprueba una nueva ley de presupuesto para esa fecha y al presidente Joe Biden le da tiempo para promulgarla, se producirá un ‘cierre’ a las 12:01 a.m. (hora del Este) del domingo.
Es imposible predecir cuánto duraría dicho cierre. Aunque algunos se preparan para una posible duración de varias semanas.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, si bien procura evitar un cierre ya que sabe que puede volverse en contra políticamente, está intentando implementar fuertes recortes del gasto federal, en torno a 8%, junto con medidas más estrictas de seguridad fronteriza.
Los demócratas, por su parte, se niegan a votar a favor de esto, incluso cuentan con el apoyo de algunos legisladores republicanos, a pesar de los esfuerzos de McCarthy por complacer a los legisladores de extrema derecha de su partido.
Los empleados de servicios esenciales seguirán trabajando, pero sin la certeza de recibir sus pagos, como el caso de las fuerzas armadas y de seguridad. La falta de salario implica la imposibilidad de cumplir con las hipotecas y las deudas de las tarjetas de crédito, lo que lleva a mantener el gasto al mínimo.
En las fronteras de EE.UU con México o Canadá, los puntos de entrada supervisados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos “CBP” permanecerán abiertos y se mantendrá el proceso de pasajeros. No obstante, es posible que la gestión de ciertas solicitudes presentadas en la frontera pueda experimentar demoras o inconvenientes.
El cierre más reciente resultó en pérdidas de miles de millones para la economía estadounidense. Según las estimaciones de la Oficina Presupuestaria del Congreso “CBO”, el cierre parcial del Gobierno durante 35 días en 2018-2019 disminuyó la producción económica en US$11.000 millones en los seis meses posteriores. Una situación que ha creado cierto temor en la sociedad estadounidense con respecto a las posibles consecuencias de esta nueva paralización.
A los temores del cierre se suma la noticia del fracaso en la votación en Cámara del plan de gasto republicano. Según medios internacionales, los líderes republicanos de la Cámara de Representantes no lograron aprobar en la mañana de hoy un proyecto de ley de gasto partidista a corto plazo.
Esto se dio, justo cuando quedaban menos de dos días para financiar el gobierno federal y evitar un cierre. La votación fue de 198 a 232, con más de 20 republicanos oponiéndose al proyecto de ley de su propio partido.
Esto se hizo como una fórmula para ganar tiempo mientras se tomaban decisiones finales de cara al fin de semana. “En realidad necesitamos una medida provisional que permita a la Cámara continuar terminando su trabajo, para asegurar que nuestros militares reciban su pago, para asegurar que nuestros agentes fronterizos reciban su pago mientras terminamos el trabajo que se supone que debemos hacer”, dijo el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy.
Cabe recordar que con dicho plan, se esperaba financiar al Gobierno hasta el próximo 31 de octubre.
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