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La mitad de la multa de US$2 millones que recibió la aerolínea se destinará a compensar a los clientes afectados
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La sanción llega en los últimos días del Gobierno de Biden, que ha adoptado una línea dura en la protección al consumidor
JetBlue Airways recibió una multa de US$2 millones por parte del Departamento de Transporte de Estados Unidos por retrasar sistemáticamente algunos vuelos y establecer horarios poco realistas, una medida de cumplimiento única en su tipo.
La sanción llega en los últimos días de la administración Biden, que ha adoptado una línea dura contra las aerolíneas en cuestiones de protección al consumidor. Sus medidas han incluido regulaciones que prevén reembolsos automáticos cuando los vuelos se retrasan o cancelan significativamente, nuevas normas destinadas a proteger a los usuarios de sillas de ruedas y otras medidas de cumplimiento que abarcan cuestiones como las violaciones de los derechos civiles.
“Los retrasos crónicos e ilegales de los vuelos hacen que volar sea poco fiable para los viajeros”, dijo el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, en un comunicado de prensa el viernes. La acción contra JetBlue demuestra a la industria que “esperamos que sus horarios de vuelo reflejen la realidad”.
Según el departamento, prometer a los clientes horarios que no reflejan los horarios reales de salida y llegada es una práctica comercial injusta y engañosa, porque permite a las aerolíneas captar más clientes engañando a los clientes.
Las normas estadounidenses definen un "vuelo con retraso crónico" como aquel que se realiza al menos 10 veces al mes y llega con más de 30 minutos de retraso más de 50% de las veces.
El gobierno estadounidense descubrió que JetBlue operó al menos cuatro vuelos de este tipo al menos 145 veces entre junio de 2022 y noviembre de 2023, lo que afectó a miles de pasajeros. Eso incluyó una ruta entre el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy en Nueva York y Raleigh-Durham, Carolina del Norte. También dijo que la Oficina de Estadísticas de Transporte estima que la aerolínea fue responsable de más de 70% de las interrupciones.
JetBlue dijo en un comunicado el viernes que durante los últimos dos años ha “invertido decenas de millones de dólares para reducir los retrasos en los vuelos”, en particular los relacionados con problemas de control del tráfico aéreo.
La compañía dijo que si bien aceptó llegar a un acuerdo con el departamento por los cuatro vuelos en cuestión, cree que “la responsabilidad de garantizar viajes aéreos confiables recae igualmente en el gobierno de Estados Unidos, que opera el sistema de control del tráfico aéreo de nuestro país”.
JetBlue lleva años quejándose de que sus operaciones se ven obstaculizadas por su concentración en el noreste de Estados Unidos y Florida, zonas con algunos de los espacios aéreos más congestionados.
Es una de las aerolíneas que han solicitado otro año de reducción voluntaria de vuelos en los tres principales aeropuertos del área de la ciudad de Nueva York y el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington, mientras la industria lucha contra la escasez de controladores de tráfico aéreo.
Según el Departamento de Transporte, la mitad de la multa de US$2 millones que recibió la aerolínea se destinará a compensar a los clientes afectados por las interrupciones de los vuelos. El gobierno dijo que tiene otras investigaciones en curso sobre las aerolíneas por "horarios de vuelos poco realistas".
JetBlue tuvo uno de los peores resultados de puntualidad en 2024 entre las aerolíneas estadounidenses clasificadas por Cirium, una firma de análisis de aviación. Con menos de 75% de sus vuelos llegando a tiempo, la aerolínea quedó por detrás de todas las principales aerolíneas nacionales, junto con algunos competidores de bajo costo.
Las aerolíneas estadounidenses fueron lideradas por Delta Air Lines, que tuvo una tasa de puntualidad de 83,46%. Entre las incluidas en la lista de Cirium, solo Frontier Airlines tuvo un peor desempeño en los EE.UU. No está claro cómo la administración entrante de Trump abordará estos problemas con las aerolíneas.
Las aerolíneas estadounidenses han criticado con frecuencia al actual Departamento de Transporte, acusándolo de extralimitarse en sus funciones regulatorias. Los ejecutivos de las aerolíneas, como el director ejecutivo de Delta, Ed Bastian, han sugerido que Donald Trump y su equipo serán más comprensivos con la industria porque entiende el negocio de la aviación y lo apoyó durante su último mandato.
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