El desarrollo migra hacia el hemisferio sur

Se agitó el tema del desarrollo con el más reciente informe publicado por la ONU en México, pues puso de relieve que a pesar de los avances en muchas naciones, existen otras que no lo han tenido aún dentro de sus prioridades o que, por lo menos, se han estancado en sus procesos de inclusión social. El informe contempla múltiples variables y se enfoca en el análisis de la calidad de vida, tomando como referente el notable cambio que evidencia el hemisferio sur en lo que va del siglo XXI.

El reporte enfatiza aspectos singulares que sustentan el protagonismo otorgado a las naciones en desarrollo por sobre las desarrolladas. Avances como el chino e indio, con una prospectiva de crecimiento que ni siquiera en los tiempos críticos del último lustro se detuvo, son analizados cuidadosamente para determinar cambios profundos en el sistema internacional visto tradicionalmente desde el norte. En 18 años, por ejemplo, la proporción de personas por debajo de la línea de pobreza disminuyó en casi 50%. Se pasó de 43% en el año 1990, a 22% en 2008.

El informe también indica que los flujos de comercio entre las naciones en vía de desarrollo logró casi duplicar la cifra en las tres últimas décadas. Y es que el fenómeno evidenciado en los últimos treinta años es de dinamismo al interior de las naciones “del sur” y decrecimiento en las industrializadas. Las cifras para el hemisferio de los ricos les dejan con una disminución superior a 15% en el comercio entre naciones desarrolladas, mientras que una cifra similar se publica para el aumento del comercio entre emergentes y en vía de desarrollo.

Sin embargo, el comercio es sólo un ítem a considerar. Cuando se analiza el desarrollo humano, las tres grandes variables que se trabajan por parte del sistema de la ONU para establecer la medición, incluyen el nivel de vida digno en las sociedades, el acceso a las necesidades básicas de los individuos -enfatizando la educación- y la longevidad. Subtemas como el acceso a nuevas tecnologías, conectividad y el desarrollo de proyectos y programas inclusivos hacen parte integral de la observación liderada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud).

Ahora bien, América Latina aporta parte del protagonismo de este importante giro. Aunque China, India y Rusia estén haciendo que el tema de los emergentes cobre relevancia, también Brasil lo hace con sus indicadores más recientes. Pero antes que Brasil incluso, la mirada está puesta en Chile, Argentina y Barbados que, en relación con los temas de erradicación de la pobreza, inclusión, alfabetización y acceso a conectividad, han mostrado resultados más favorables. Son esas tres naciones las únicas de la región que poseen un índice de desarrollo humano “muy alto”, como lo define el Pnud. Existen otros 19 países ubicados en la categoría “alta”, y una decena en la “media”.

También en la región hay casos de naciones que se sienten estáticas en la consecución de progreso. Tal es el caso de México, que perdió cuatro posiciones en relación con el periodo anterior, y Colombia, que se ubicó en la posición 91, perdiendo 12 puestos frente a la última medición.