MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Así se desprende del staff report difundido esta tarde tras la aprobación el viernes de la cuarta revisión y el desembolso de US$ 5.400 millones.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó los pronósticos de crecimiento para la economía argentina para 2019 y para 2020. Y reconoció que la inflación continúa elevada por lo que subió su estimación hasta el 40% para este año y 32,1% para el próximo.
Advirtió también de los riesgos derivados del año de elecciones y puntualizó que el principal sigue siendo una reversión de las preferencias de los inversores por la incertidumbre política que podría aumentar la dolarización.
En el staff report correspondiente a la cuarta revisión del acuerdo, además, el Fondo elevó su proyección de meta fiscal a un déficit primario de 0,3% del PBI para este año.
A su vez, subió la meta fiscal para el tercer trimestre, a pedido del gobierno argentino, desde el superávit acumulado de $ 60.000 millones a los $ 70.000 millones actuales. Y también accedió a dar mayor posibilidad de acumular futuro de dólares, hasta US$ 3600 millones a septiembre, desde lo anterior, que era de US$ 1000 millones.
“El principal riesgo sigue siendo un cambio prolongado en preferencias de la cartera fuera de los activos argentinos como resultado de las crecientes incertidumbres sobre el futuro panorama político. Esto podría
manifestarse como un aumento de la dolarización que provocará presiones de depreciación, pasando a la inflación y dando lugar a un aumento en la relación deuda-PIB y una mayor pérdida de reservas de divisas que la
proyectada en la línea de base”, destacaron dentro del staff report dado a conocer este tarde.
El documento de 88 páginas reconoce la inercia inflacionaria cuando menciona que “se espera que la inflación termine el año en alrededor del 40 por ciento (muy por encima del 30,5 por ciento, previsión en el momento de la
tercera revisión) debido al aumento de los salarios nominales y un aumento significativo en las expectativas de inflación”.
A su vez,sobre el PBI recortó un poco la previsión para 2019, a una caída de 1,3%, pero fuerte para 2020: desde un crecimiento de 2,2% a la mitad, de 1,1%. El Gobierno, en cambio, estima que el año próximo la recuperación se
traducirá en una expansión de 3,5%. La elevada inflación implicará que las tasas de interés deberán mantenerse elevadas por más tiempo de lo
previsto y, esto, impactará en la actividad, reconocen desde el FMI.
“Con la inflación demostrando ser más persistente, las tasas deberán permanecer más altas durante más tiempo, afectando nuevamente la demanda interna y las importaciones y resultando en una revisión a la baja del
crecimiento en 2020 (de 2,2 a 1,1 por ciento)”, marcan. Y agregan que “las tasas y el menor crecimiento han contribuido a elevar los niveles de deuda a mediano plazo a 60 por ciento del PIB en 2024”.
Con respecto al cambio de la meta fiscal para el año, de 0,3% del PBI para el FMI, este se dará luego de que se apliquen los los ajustadores para el gasto social y de capital. Los principales cambios en estas perspectivas desde la tercera revisión incluyen, por un lado, “las medidas de política anunciadas en los primeros cuatro meses del año suman 0,2 por ciento del PIB”, pero por otro sostiene que “es probable que una menor recaudación de impuestos en términos reales reduzca los ingresos en alrededor del 1 por ciento del PBI”.
En línea con el reciente acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, el FMI advierte que los impuestos al comercio internacional van en contra, pero reconoce que en el contexto fiscal argentino actual, son necesarios.
El impuesto, que entró en vigor en 2019, apenas asumió Alberto Fernández, finalmente dejará de existir a partir de la víspera navideña
El banco central del país ha hecho todo lo posible para aumentar las tasas de interés y ahora intervenir directamente en el mercado
Autoridades dicen que es una estrategia para dar más tiempo para que las personas dediquen a sus familias por la caída de nacimientos