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El Departamento de Comercio dijo que el gasto de los consumidores repuntó un 0,8% en agosto, pese a la baja en ventas de vehículos
El gasto de los consumidores estadounidenses creció más de lo previsto en agosto, pero una revisión a la baja de los datos de julio mantuvo intactas las expectativas de que el crecimiento económico se haya ralentizado en el tercer trimestre, ya que el resurgimiento de los contagios frenó la demanda por servicios.
El Departamento de Comercio dijo el viernes que el gasto de los consumidores, que representa más de dos tercios de la actividad económica de Estados Unidos, repuntó un 0,8% en agosto, pese a un descenso de las ventas de vehículos de motor causado por la escasez mundial de semiconductores, que está mermando la producción de automóviles.
Los datos de julio fueron revisados a la baja, mostrando un descenso del 0,1% del gasto, en lugar de un aumento del 0,3% como se había informado anteriormente.
Economistas encuestados por Reuters habían previsto que el gasto de los consumidores aumentaría un 0,6% en agosto. El gasto se vio probablemente impulsado por las compras por el retorno a clases y los pagos de créditos fiscales por hijos del Gobierno.
Si bien el gasto está volviendo a centrarse en los servicios en lugar de en los bienes, el recrudecimiento de los casos de coronavirus en el verano boreal, impulsado por la variante Delta, redujo la demanda por viajes en avión y alojamiento en hoteles, así como las ventas en restaurantes y bares.
Los servicios representan la mayor parte del gasto de los consumidores. Se espera que el crecimiento del gasto se haya desacelerado bruscamente en el tercer trimestre y que recupere fuerza el resto del año.
La tendencia de las infecciones es a la baja, lo que ya está provocando un aumento de la demanda por viajes y otros servicios en los que hay mucho contacto.
El gasto de los consumidores había crecido a una robusta tasa anualizada del 12,0% en el segundo trimestre, explicando gran parte del ritmo de crecimiento del 6,7% de la economía, que elevó el nivel del producto interior bruto por encima de su máximo en el cuarto trimestre de 2019.
Las estimaciones de crecimiento para el tercer trimestre están bajo el 5,0%.
"El impulso de los consumidores debería de mejorar en los próximos meses, lo que acercaría a la economía a una plena recuperación pospandémica y mantendría la inflación caliente", dijo David Kelly, estratega jefe global de JPMorgan Funds en Nueva York.
La inflación mantuvo su tendencia al alza en agosto. El índice de precios de gastos de consumo personal (PCE), que excluye los componentes volátiles de los alimentos y la energía, subió un 0,3% tras aumentar lo mismo en julio.
En los 12 meses transcurridos hasta agosto, el llamado índice de precios PCE subyacente aumentó un 3,6%, igual que en julio.
El índice de precios PCE básico es la medida de inflación preferida por la Reserva Federal para su objetivo flexible del 2%. La semana pasada, la Fed elevó su previsión de inflación del PCE básico para este año al 3,7% desde el 3,0% de junio.
El banco central de Estados Unidos dijo que probablemente comenzaría a reducir sus compras mensuales de bonos tan pronto como en noviembre y señaló que los aumentos de las tasas de interés podrían seguir más rápido de lo esperado.
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