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Lo más interesante de todo es que el rebote se produce a la vez que el S&P 500 ha intentando, por el momento sin éxito, superar al alza la directriz bajista
El VIX es un indicador que de alguna manera marca la volatilidad esperada (implícita) del índice S&P 500 durante los próximos 30 días. Este busca predecir la variabilidad de los futuros movimientos del mercado y se mueve de forma inversa a como lo hacen las bolsas, es decir sube con fuerza cuando las bolsas caen y tiende a gotear lentamente a la baja cuando las bolsas suben. También se le conoce como índice de volatilidad o índice del miedo, de manera que cuando arroja lecturas extremas es porque podemos estar ante un potencial giro de mercado para la renta variable.
Y lo que tenemos en este momento es una interesante vela semanal en forma de martillo que se produce tras una fuerte corrección y desde niveles de soporte claves, como son los 20,35 (mínimos de agosto)-20,45 puntos (los mínimos de la semana pasada). Coincidiendo además con el soporte creciente que une los mínimos de diciembre de 2019 y octubre y noviembre del año pasado. Pero lo más interesante de todo es que el rebote se produce a la vez que el S&P 500 ha intentando, por el momento sin éxito, superar al alza la directriz bajista. Señalándonos una importante resistencia en los 4.100 puntos.
Es decir, sabemos que el principal índice del mundo tiene una resistencia clave en los 4.100 y el VIX un soporte relevante en los 20,35 puntos (mínimos de agosto). De lo que podemos deducir que un cierre del S&P 500 por encima de los 4.100 acompañado de un VIX por debajo de los 20,35 podría desencadenar una fuerte señal de compra en Wall Street y por ende para el conjunto de las bolsas mundiales.
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