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Estas nuevas cuencas se beneficiarán de las grandes petroleras que ya han anunciado planes para reducir sus emisiones directas
El mapa petrolero mundial se está redibujando a medida que la industria se entrelaza cada vez más con las energías renovables, según la consultora Wood Mackenzie Ltd.
Las grandes petroleras que quieran reducir su huella de carbono tendrán que cambiar sus actividades a cuencas energéticas donde las plataformas de perforación puedan funcionar con energías renovables y que tengan un amplio espacio para el secuestro de carbono, dijo Andrew Latham, vicepresidente de Wood Mackenzie, en un nuevo informe.
El cambio significará que varios campos de petróleo y gas que dominan el panorama energético actual, desde North Slope de Alaska hasta la península de Yamal en Rusia y el cinturón del Orinoco en Venezuela, estarán en desventaja y enfrentarán una fuga de capital en el futuro. Dichos lugares tienen una infraestructura limitada para desarrollar energías renovables a escala.
Mientras tanto, es probable que florezcan las regiones con un acceso más fácil a la energía limpia. La Costa del Golfo de EE.UU. y la cuenca del Pérmico, North Carnarvon de Australia y Rub al Khali en el Medio Oriente están posicionados para ser "futuras súper cuencas energéticas" que atraerán inversiones coordinadas en perforación, energías renovables y captura de carbono en las próximas décadas, dijo Latham.
Estas nuevas cuencas se beneficiarán de las grandes petroleras que ya han anunciado planes para reducir sus emisiones directas. La forma más fácil de hacerlo es alimentando plataformas de perforación y otros equipos de campos petroleros con energía renovable, por lo que las cuencas favorecidas deberán tener acceso a abundante energía eólica y solar.
A largo plazo, los objetivos climáticos presionarán a las compañías petroleras para que también contabilicen las emisiones producidas cuando se quema petróleo y gas. La captura y el secuestro de carbono se encuentran entre las formas más prometedoras para que las compañías petroleras lo hagan, y las cuencas energéticas que ofrecen almacenamiento subterráneo para el dióxido de carbono inyectado pueden ayudar a hacerlo de manera eficiente, dijo Latham. La consultora espera que la captura de carbono crezca entre 2.000 millones de toneladas y 6.000 millones de toneladas al año para 2050.
La empresa también señaló el viernes que está retomando las adquisiciones, anunciando la compra del portafolio de energía hidroeléctrica de Acciona Energía en España
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