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El suministro perdido por las tormentas en el Golfo de EE.UU. ha compensado lo que la Opep ha agregado en oferta de crudo
El petróleo saltó a su nivel más alto en seis semanas en medio de señales de un mercado en rápida contracción, luego de que un informe del gobierno de Estados Unidos mostrara una disminución mayor de lo esperada en las reservas de crudo.
Los futuros en Nueva York subieron 3,1% el miércoles y el índice de referencia mundial Brent cerró por encima de US$75 el barril por primera vez desde julio. Los suministros de crudo de EE.UU. alcanzaron el nivel más bajo desde septiembre de 2019 después de caer en más de seis millones de barriles, superando las proyecciones. Los datos siguen a la advertencia de la Agencia Internacional de Energía de que el suministro recientemente perdido por las tormentas en el Golfo de Estados Unidos ha compensado lo que la Opep y sus aliados han agregado, y el mundo tendrá que esperar hasta octubre para obtener más barriles.
Los precios han subido constantemente desde finales de agosto y recibieron un impulso adicional cuando el huracán Ida cerró una parte de la producción de petróleo offshore de la costa del Golfo de EE.UU. mientras tanto, el último análisis de la Opep muestra una inminente crisis de suministro en el verano de 2022.
Los analistas de la Opep ahora ven que la demanda mundial de petróleo aumentará en 4,15 millones de barriles por día en 2022, en comparación con el nivel esperado para este año, una revisión al alza de 860.000 barriles por día con respecto a lo que pronosticaron hace un mes.
Las restricciones de suministro de EE.UU. han hecho que se fortalezcan los llamados márgenes de tiempo del crudo de referencia Brent y WTI. El WTI para entrega en diciembre se estabilizó en US$6,23 el barril por encima que el del suministro en el mismo mes del próximo año. Esa es la prima más grande en más de un mes.
El informe de la Administración de Información de Energía también mostró que los inventarios nacionales de gasolina y destilados disminuyeron cada uno en casi dos millones de barriles. Es probable que se hubiera producido una caída más pronunciada si el consumo de petróleo no se hubiera visto afectado por las recientes tormentas de la costa del Golfo de Estados Unidos.
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