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A pesar del avance de hoy, los márgenes del procesamiento se han debilitado, lo que indica que las refinerías no lograron trasladar los costos más altos
La caída del petróleo se desaceleró el viernes, situándose justo por encima del nivel en el que los productores clave de la alianza Opep+ sorprendieron a los comerciantes con recortes de producción impactantes.
Brent fluctuó alrededor de US$81 por barril con West Texas Intermediate casi US$4 por debajo de eso. Los precios se vieron presionados por un dólar más fuerte, lo que hizo que los precios de las materias primas en la moneda fueran menos atractivos, así como las recientes señales económicas débiles en EE.UU. y Europa. Las acciones fueron mixtas .
El petróleo ha renunciado a la mayor parte de las ganancias que se produjeron después de que Arabia Saudita y otros países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados sorprendieran a los mercados con una sorpresiva promesa de reducir la producción. El Brent del primer mes se liquidó en US$79,77 para marzo 31, antes de que se anunciaran las reducciones y los futuros subieran.
Los márgenes del procesamiento de crudo se han debilitado recientemente, lo que indica que las refinerías no lograron trasladar los costos más altos. La amenaza de debilitar el crecimiento económico también ha socavado el mercado de barriles físicos. “El miedo a lo desconocido, es decir, la caída de la demanda debido a la recesión, continúa pesando”, dijo Keshav Lohiya, fundador de la consultora Oilytics.
Los datos del PMI manufacturero para Alemania y la Eurozona estuvieron por debajo de las estimaciones el viernes, aunque las cifras de servicios fueron más sólidas. En Corea del Sur, una gran refinería de petróleo puede reducir las operaciones este verano, alimentando las preocupaciones sobre la demanda de crudo.
Mientras tanto, EE.UU. podría comenzar a rellenar su Reserva Estratégica de Petróleo ya en el tercer trimestre si el precio es el adecuado. El momento dependerá del mantenimiento de la infraestructura y de qué tan bien la administración del presidente Joe Biden pueda manejar una venta de 26 millones de barriles ordenada por el Congreso para junio 30.
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