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La balanza comercial neta alivió la caída del PIB, ya que aunque las exportaciones descendieron 9%, las importaciones bajaron 15,7%
El producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos experimentó una contracción anualizada de 5% en el primer trimestre del año como consecuencia del impacto de la pandemia del covid-19, frente al crecimiento de 2,1% observado en el trimestre inmediatamente precedente, según la tercera estimación del dato presentada este jueves por la Oficina de Análisis Económico del Gobierno
Este dato supone confirmar la segunda estimación de la contracción publicada en mayo, cuando se revisó a la baja la proyección inicial en dos décimas.
La Oficina ha vuelto a alertar de que los efectos económicos completos de la pandemia no se pueden cuantificar, ya que los datos en los que se basa todavía están incompletos y tardarán en actualizarse. Además, el impacto completo de la crisis del covid-19 solo comenzó a notarse en el país a partir de la tercera semana de marzo.
La economía estadounidense no experimentaba una contracción tan severa desde el cuarto trimestre de 2008, en plena crisis, cuando el PIB del país norteamericano observó una caída de 8,4%. Asimismo, se trata de la primera contracción de la economía desde el primer trimestre de 2014.
Prácticamente todos los componentes del PIB registraron datos negativos en el primer trimestre. El gasto de los hogares se contrajo 6,8%, frente al incremento de 1,8% del cuarto trimestre, lo que supone la peor lectura del dato desde el segundo trimestre de 1980.
El gasto en bienes duraderos se desplomó 13,8%, seis décimas más de lo previsto en la segunda estimación, mientras que en servicios descendió un 9,8%, una décima más que en la proyección anterior.
De su lado, la inversión de las empresas sufrió una caída menor de la esperada, hasta situarse en -10,2%, frente a -10,5% previsto en la segunda estimación. Esto supone el peor dato registrado desde el segundo trimestre de 2009. En el cuarto trimestre de 2019, esta variable ya se había contraído 6%.
Por tipos de inversión, la de estructuras creció 2,6%, frente a la caída del 3,9% estimada hace un mes, al tiempo que la inversión en equipos fue una décima mejor de lo esperado, hasta situarse en -16,6%.
La balanza comercial neta alivió la caída del PIB, ya que aunque las exportaciones descendieron 9%, las importaciones se hundieron 15,7% entre enero y marzo. Esta contracción es casi el doble que la registrada en el cuarto trimestre de 2019.
Asimismo, la Oficina ha desglosado que los ingresos personales disponibles de los estadounidenses se elevaron 2,2%, en el trimestre, lo que supone el peor dato desde 2016. Asimismo, la tasa de ahorro se elevó en casi dos puntos porcentuales, hasta 9,6%.
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