El plan de infraestructura de EE.UU. invertirá US$1,5 billones

Donald Trump dio a conocer el plan de infraestructura con el que busca impulsar proyectos público-privados por US$1,5 billones. Este presupuesto será ejecutado durante los próximos 10 años. Dentro del presupuesto del mandatario, se encuentran US$21.000 millones que fueron aprobados por el Congreso la semana pasada.

En el plan se destinó US$200.000 millones para el financiamiento federal. Esto lo hizo con el fin de incentivar el gasto público a nivel local y estatal, es decir que Trump espera que con este dinero se mejoren las carreteras, puertos, aeropuertos y caminos en los diferentes estados.

A su vez, dijo que cada gobierno local recibirá incentivos de US$100.000 millones con el fin de financiar proyectos rurales y apoyar ideas innovadores que contribuyan a la mejora y transformación de la infraestructura del país.
Otros de los incentivos, que se pueden encontrar en el documento publicado por el presidente de los Estados Unidos, son de carácter regulatorio, como limitar el tiempo para la aprobación del proyecto a dos años, disminuir la profundidad de análisis medioambiental y ampliar el derecho regulador de no tomar en cuenta sus conclusiones.

A su vez, en el plan se encuentra que Trump considera que, durante algún tiempo, los legisladores no invirtieron de manera eficiente en infraestructura, ya que no tuvieron en cuenta las necesidades críticas, lo que quiere decir que muchas obras se fueron deteriorando.

Con respecto a los gastos anuales, el proyecto deja ver que la Casa Blanca busca aumentar los gastos de defensa, para el próximo año, por lo que se destinarán US$716.000 millones. De estos, US$23.000 millones son para mantener la seguridad fronteriza, US$18.000 millones para llevar a cabo el muro que estará en la frontera con México y US$3.500 millones serán para pagar personal e instalaciones para aumentar la capacidad de detención actual de inmigrantes.

Los veteranos también fueron tenidos en cuenta en el proyecto, ya que se les destinó US$88.500 millones. Este plan está basado en un crecimiento de 3% anual y se espera que traiga consigo una reducción en el déficit de US$3 billones durante los próximos 10 años, lo que incluye US$1,7 billones en programas obligatorios.