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Aunque la administración aún no ha revelado los detalles específicos de esas nuevas propuestas, se espera que ayuden a los prestatarios que se enfrentan a dificultades financieras o intereses acumulados sustanciales
El Gobierno del Presidente Joe Biden anunció que más de 150.000 prestatarios recibirán US$1.200 millones en concepto de condonación de préstamos estudiantiles, en el marco de un programa presentado en enero con el que se pretendía aliviar a los estadounidenses que llevaban al menos una década efectuando pagos.
La medida -que beneficia a los inscritos en el plan gubernamental de Ahorro para una Educación Valiosa (SAVE, por sus siglas en inglés)- anula los préstamos de quienes pidieron prestados menos de US$12.000 para sus estudios superiores. Otros planes de reembolso basados en los ingresos también perdonan los saldos, pero sólo después de 20 ó 25 años de reembolso.
Biden tiene previsto abordar el anuncio de la condonación de la deuda universitaria -un importante tema de la campaña de 2024 para los votantes jóvenes- durante un discurso el miércoles en Culver City (California), según sus asesores.
"Con el anuncio de hoy, estamos enviando una vez más un mensaje claro a los prestatarios que tenían saldos bajos: Si has estado pagando durante una década, has hecho tu parte, y mereces un alivio", dijo el secretario de Educación, Miguel Cardona, en un comunicado.
La última ronda eleva a casi US$138.000 millones la ayuda total aprobada por el Gobierno de Biden, que beneficiará a 3,9 millones de prestatarios. Esta cifra podría aumentar a medida que más personas puedan acogerse al programa SAVE, que cuenta con 6,9 millones de inscritos. Los funcionarios de la Administración se han negado a estimar cuántos prestatarios verán finalmente condonados sus préstamos en el marco del programa.
Sin embargo, estos esfuerzos no están a la altura de la propuesta del Presidente de una condonación más amplia de los préstamos estudiantiles -de hasta US$20.000 por prestatario-, que fue rechazada el año pasado por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos. Se calcula que ese plan de condonación costaría US$400.000 millones.
Esa desconexión puede haber mermado el apoyo a Biden, sobre todo entre los votantes jóvenes, que también han expresado su frustración por la gestión de su administración en asuntos como la guerra entre Israel y los militantes de Hamás en la Franja de Gaza.
Una pluralidad de votantes de la Generación-Z -el 43%- dijo que Biden estaba haciendo demasiado poco para abordar los préstamos estudiantiles, según una encuesta de Bloomberg News/Morning Consult entre votantes de estados indecisos publicada en diciembre. Sin embargo, el 46% de los votantes de los estados indecisos dijeron que apoyaban los programas de condonación de préstamos estudiantiles de la administración, lo que muestra las divisiones sobre el tema.
El Departamento de Educación podría ampliar aún más la condonación de préstamos en los próximos meses, y Cardona dijo a los periodistas la semana pasada que estaba estudiando nuevas normas que podrían ayudar a más prestatarios.
Aunque la administración aún no ha revelado los detalles específicos de esas nuevas propuestas, se espera que ayuden a los prestatarios que se enfrentan a dificultades financieras o intereses acumulados sustanciales, así como a aquellos con préstamos más antiguos o que fueron a programas universitarios con fines de lucro con un historial de proporcionar poco valor.
Aun así, la Casa Blanca quiere sacar partido de las medidas que ya ha tomado Biden. Los prestatarios a los que se les haya condonado la deuda recibirán un correo electrónico del Presidente informándoles de ello.
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