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Boric ha conseguido algunas victorias políticas, así como el aumento del salario mínimo. Su objetivo actual es incrementar el gato público en 3,5% para 2024.
Una serie de derrotas legislativas, un escándalo de corrupción y la peor ola de criminalidad en décadas han descarrilado los planes del presidente de izquierda chileno, Gabriel Boric, de transformar radicalmente el país, obligando a un intento de cambiar el rumbo durante los dos años que le quedan en el cargo, según el periódico Financial Times.
En septiembre, Boric ofreció un discurso ante la Organización de Estados Americanos en el que enfatizó el consejo de José Mujica, un exrevolucionario que tomó un enfoque pragmático como presidente de Uruguay (2010-2015). "Si lo queremos todo, podemos acabar sin nada", sentenció el presidente chileno.
Gabriel Boric, un antiguo líder estudiantil de 37 años, fue elegido en 2021 tras las protestas masivas contra la desigualdad conocidas como "el estallido social". Prometió cambios radicales en los servicios privatizados, los bajos impuestos y la Constitución favorable a los inversores que sustentan el modelo económico que Chile adoptó en los años ochenta bajo el dictador Augusto Pinochet.
Un año y medio después, la principal plataforma de campaña de Boric, que buscaba la eliminación del sistema privado de pensiones y un aumento en los impuestos para financiar programas sociales, no ha tenido éxito. Los votantes rechazaron una constitución de tendencia izquierdista y, en cambio, otorgaron el control de su redacción a la extrema derecha de Chile. La aprobación del presidente se mantiene en torno a 30%.
Boric ha conseguido algunas victorias políticas, así como un aumento del salario mínimo y una semana laboral de 40 horas. Acualmente, según las declaraciones dadas este jueves, su objetivo es aumentar el gasto público en 3,5% en 2024.
A partir de junio, la coalición liderada por Boric se ha visto envuelta en un escándalo de corrupción. Los funcionarios regionales enfrentan acusaciones de otorgar contratos gubernamentales por millones de dólares a organizaciones no gubernamentales afines políticamente y sin experiencia relevante. Uno de los casos involucra a un exinfluencer acusado de gastar repetidamente dinero de los contribuyentes en compras de lencería.
Según el Financial Times, la trayectoria de su gobierno ha decepcionado a los izquierdistas en América Latina, que vieron en Boric, siendo un campeón de la democracia y la acción climática, la esperanza de renovación de movimiento.
Conforme Boric adopta un enfoque más pragmático, en tres ocasiones ha realizado cambios en su gabinete, prescindiendo de ministros de su coalición de izquierda, liderada por jóvenes, en favor de figuras más experimentadas de la centroizquierda, como la ministra del Interior, Carolina Tohá, del Partido Socialista.
El proyecto de ley fiscal, que ya fue rechazado una vez, se divide en partes separadas para combatir la evasión y aumentar los impuestos. Los líderes de derecha han prometido bloquear esto último.
Los funcionarios han reducido la reforma de las pensiones a una propuesta similar a la que estuvo a punto de aprobarse con el predecesor de derechas de Boric, que aumentaría las cotizaciones empresariales, destinando parte de lo recaudado a un fondo de solidaridad, y elevaría la pensión mínima estatal.
"Las propuestas del gobierno son reformistas", dijo Tohá al Financial Times. “Ninguno de ellos es una revolución, ni un cambio violento o abrupto de ninguna manera”.
Según los analistas, la agenda de transformación liderada por Boric siempre ha enfrentado obstáculos. Su coalición, que abarca desde el centroizquierda hasta el Partido Comunista, es difícil de unificar y carece de una mayoría en el Congreso. La oposición de derecha ha mostrado poca disposición para hacer concesiones legislativas a un gobierno que percibe como vulnerable.
Los errores estratégicos han perjudicado a Boric. Para su primer gabinete, nombró a figuras inexpertas para puestos críticos, incluido un médico de 35 años como ministro del Interior, que empeoró las tensiones con los grupos indígenas mapuches.
Sin embargo, según los expertos, el principal factor que ha afectado la popularidad de Boric es el crecimiento de la delincuencia. Aunque aún se mantiene en niveles bajos en comparación con otros países de la región, la tasa de homicidios en Chile aumentó aproximadamente 50% en un período de cinco años, hasta el año 2022, a medida que los grupos de delincuencia organizada ganaban terreno. Una encuesta realizada en julio por la firma encuestadora CEP reveló que 85% de los chilenos considera que la policía del país está "superada" por la delincuencia.
La preocupación por la inseguridad y la falta de progreso en las reformas ha tenido un impacto negativo en la actividad económica, incluyendo el vital sector minero. Además, los inversionistas se sintieron inquietos por el anuncio realizado por Boric en abril, en el cual planteó un plan para seminacionalizar la industria del litio. El FMI proyecta que la economía chilena sufrirá una contracción de 1% este año.
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