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La economía que recibe el presidente Uruguay
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El Fondo Monetario Internacional prevé un crecimiento económico de 3,2% para Uruguay en 2024 y 3% para el próximo año
Tras la culminación de las presidenciales y de nuevo parlamento en Uruguay, se vislumbra un panorama de alta tensión política y social para el nuevo gobierno, que iniciará sus funciones en marzo de 2025.
Las encuestas ya habían sugerido que sería necesaria una segunda vuelta el 24 de noviembre, dado que ningún candidato supera 50% de los votos en los sondeos. El presidente electo enfrentará el desafío de tomar las riendas de un país que ha logrado mantener una economía estable, con US$77.240 millones de PIB en 2023, pero que aún debe resolver temas clave como el déficit fiscal, la inflación y el desempleo.
Entre las reformas en curso, destacan las reformas del mercado laboral, que buscan diferenciar las negociaciones salariales sectoriales, mejorar la educación para mitigar el desfase de habilidades y facilitar la movilidad laboral y migratoria.
“Las reformas en marcha, como la del mercado laboral y la liberalización del comercio, mejorarían la productividad y atraer inversión extranjera en el mediano y largo plazo, diversificando los mercados más allá del Mercosur”, explicó decano de la facultad de Ciencias Económicas y Administrativas Uninpahu, Michael Ortegón.
Otra área que atraviesa una transformación es la de los mercados de productos y crédito, donde el próximo mandatario deberá facilitar el acceso al crédito y fortalecer el mercado financiero, además de promover políticas de competencia y reducir el control estatal en algunas empresas.
Para el presidente, mejorar el acceso a mercados externos y facilitar el comercio será fundamental para sostener el crecimiento y hacer del país uno más competitivo en la región.
Según el Fondo Monetario Internacional, Uruguay verá un repunte en su economía, con un crecimiento proyectado de 3,2% en 2024 y 3% en 2025. Sin embargo, el déficit fiscal se mantendrá en 3% del PIB en 2024. El próximo gobierno deberá balancear el estímulo económico con la responsabilidad fiscal para evitar un aumento insostenible de la deuda.
En cuanto a la inflación, el FMI estima que se mantendrá dentro del rango meta de 3% a 6%, proyectando 5,4% para 2024. La estabilidad en los precios será crucial para mantener la confianza del consumidor.
“El país necesita modernizar su mercado laboral para mejorar la competitividad y abordar problemas como el envejecimiento de la población”, expresó el decano.
“Entre los mayores desafíos están reducir el déficit sin afectar el gasto social, mantener la estabilidad inflacionaria y diversificar la economía para depender menos de sectores tradicionales y mercados externos como China y Mercosur”, añadió el experto.
“La flexibilización del comercio trae consigo ventajas y riesgos, pues, aunque puede aumentar la competitividad y abrir nuevos mercados, también expone a Uruguay a fluctuaciones externas”.
La tasa de desempleo en el país descendió hasta 8,1% en septiembre de 2024, en comparación con 8,3% del año anterior. Por otro lado, la tasa de actividad subió a 64,7% desde 64,5% del mes anterior. El sistema de pensiones es otro tema prioritario, y su reforma estará en la boleta electoral con un plebiscito para decidir si se disminuye la edad de jubilación a 60 años y se incrementan las prestaciones.
Esta reforma ha generado un fuerte debate, ya que, de aprobarse, implicaría grandes compromisos financieros que algunos economistas y candidatos advierten podrían desequilibrar las finanzas del Estado. La seguridad pública es otra área que deberá enfrentar.
La percepción de inseguridad ha aumentado en los últimos años, en gran parte debido a conflictos entre bandas que impactan la vida cotidiana, especialmente en las periferias, lo que ha hecho que la seguridad sea uno de los principales temas de campaña.
Después que ninguno de los candidatos a la presidencia de Uruguay haya logrado la mayoría simple, el país se sometió a una segunda vuelta electoral. Ahora bien, desde hace cuatro periodos electorales, el país suramericano ha tenido que acudir a esta instancia.
En 2009, la fórmula Mujica-Astori le ganó en segunda vuelta al candidato del Partido Blanco, Luis Lacalle. En 2014, el ‘frenteamplista’, Tabaré Vásquez superó otra vez a Lacalle; en 2019, este candidato por fin ganó sobre Martínez, en una de los comicios más reñidos de la historia.
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