El primer ministro japonés admitió haber repartido vales de regalo a legisladores

El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, confirmó que distribuyó vales de regalo a 15 legisladores, lo que generó dudas sobre si eludió las leyes de financiamiento político y arrojó otra nube sobre su posición ya débil a medida que cae el apoyo a su gobierno minoritario.

"Por lo que tengo entendido, esto no es algo que infrinja la ley", dijo Ishiba al dirigirse a los periodistas el jueves por la noche sobre un asunto planteado por primera vez en un informe del periódico Asahi.

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El primer ministro sostuvo que los vales, con un valor de US$676, no infringían las leyes de financiación ni las leyes electorales, ya que no estaban destinados a ser donaciones para actividades políticas, y los legisladores no residen en el distrito de Ishiba. Los vales pueden canjearse por productos en grandes almacenes.

Ishiba se disculpó por causar preocupación y dijo que no renunciará a su cargo.

El conflicto por los cupones se produce mientras Ishiba se enfrenta a una creciente presión dentro de su propio partido, mientras los legisladores se preparan para las elecciones nacionales de este verano. Shoji Nishida, miembro de la cámara alta del Partido Liberal Democrático, instó a sus compañeros en una reunión a puerta cerrada a principios de esta semana a elegir un nuevo líder, según informó Kyodo News. El apoyo público a Ishiba ha disminuido durante el último mes debido, en parte, al aumento del coste de la vida.

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La posición de Ishiba ha sido precaria desde el principio después de que el PLD tuvo un pobre desempeño en una elección en octubre pasado, poco después de que él asumiera su cargo como primer ministro.

“Pagué estos vales de mi bolsillo, con mi propio dinero de bolsillo, como muestra de agradecimiento a las familias de los legisladores”, dijo Ishiba, admitiendo que los vales se distribuyeron en las oficinas de los legisladores recién elegidos antes de una cena a principios de este mes.

Ishiba ha tenido dificultades para aprobar el presupuesto nacional del próximo año. Logró un acuerdo con un partido de la oposición para conseguir los votos suficientes para aprobarlo en la cámara baja, pero desde entonces ha cambiado de postura respecto a la atención médica de alto costo, lo que exige que el presupuesto sea revisado en la cámara alta.