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Ekrem Imamoglu declaró en televisión que nadie debería hacer caso de los primeros resultados difundidos por la agencia estatal Anadolu
El líder de la oposición turca, Kemal Kilicdaroglu, afirmó que superaba al presidente Tayyip Erdogan en las elecciones presidenciales del domingo, a pesar de que los medios de comunicación estatales le daban ventaja al mandatario en los primeros resultados.
El alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, aludiendo a la manipulación de los primeros resultados en anteriores elecciones, declaró en televisión que nadie debería hacer caso de los primeros resultados difundidos por la agencia estatal Anadolu.
Los primeros resultados de Anadolu difundidos por los medios de comunicación turcos mostraban al presidente Tayyip Erdogan al frente con el 52,55% de los votos frente a Kilicdaroglu con el 41,55%, aunque la diferencia se reducía a medida que continuaba el recuento.
"Vamos liderando", dijo Kilicdaroglu en Twitter.
"Podemos decirlo cómodamente: El señor Kilicdaroglu será anunciado hoy como decimotercer presidente de nuestro país", añadió Imamoglu en rueda de prensa.
La emisora TRT Haber dio los resultados de Anadalou basándose en un recuento del 41,83% de las urnas.
Se esperaba que los primeros resultados fueran favorables a Erdogan, ya que muchos de los primeros recuentos suelen proceder de zonas de su base de respaldo, conservadora y rural.
La votación del domingo es una de las elecciones más importantes en los 100 años de historia del país, una contienda que podría poner fin a los 20 años de Gobierno de Erdogan y tener repercusiones más allá de las fronteras de Turquía.
Antes de las elecciones, los sondeos de opinión daban una ligera ventaja a Kilicdaroglu, que encabeza una alianza de seis partidos. El viernes, dos encuestas lo situaban por encima del umbral del 50% necesario para ganar las elecciones. Si ninguno de los dos supera el 50% de los votos, se celebrará una segunda vuelta el 28 de mayo.
La votación presidencial decidirá no sólo quién dirige Turquía, un país de 85 millones de habitantes miembro de la otan, sino también cómo se gobierna, hacia dónde se dirige su economía en medio de una profunda crisis del costo de la vida, y la forma de su política exterior.
Los colegios electorales cerraron oficialmente a las 17.00 horas (1400 GMT) tras nueve horas de votación.
Las elecciones, en las que también se elige al Parlamento, se siguen con atención en las capitales occidentales, Oriente Medio, la OTAN y Moscú.
Una derrota de Erdogan, uno de los aliados más importantes del presidente Vladimir Putin, probablemente inquietará al Kremlin, pero reconfortará al Gobierno de Joe Biden, así como a muchos líderes europeos y de Oriente Medio que mantenían relaciones problemáticas con Erdogan.
El presidente que ha permanecido en el cargo por más tiempo en Turquía ha convertido al país, miembro de la OTAN y segundo más grande de Europa, en un actor mundial, lo ha modernizado con megaproyectos como nuevos puentes, hospitales y aeropuertos, y ha creado una industria militar muy solicitada por Estados extranjeros.
Pero su volátil política económica de bajas tasas de interés, que desencadenó una espiral de crisis del costo de la vida e inflación, le hizo presa de la ira de los votantes. La lenta respuesta de su gobierno a un devastador terremoto en el sureste de Turquía, en el que murieron 50.000 personas, aumentó la molestia de los votantes.
Kilicdaroglu ha prometido dar un nuevo rumbo a Turquía reactivando la democracia tras años de represión estatal, volviendo a las políticas económicas ortodoxas, empoderando a las instituciones que perdieron autonomía bajo el férreo control de Erdogan y reconstruyendo los frágiles lazos con Occidente.
(Reporte adicional de Mehmet Emin Caliskan, Bulent Usta, Ezgi Erkoyun y Deniz Uyar en Estambul; Escrito por Tom Perry, Daren Butler y Alexandra Hudson; Editado en Español por Ricardo Figueroa)
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