El Vaticano necesita un buen líder político y administrador

En Europa ni siquiera los santos se salvaron de la crisis financiera. Por eso, sanear las cuentas del Banco Vaticano y reducir el déficit que viene aquejando a la Santa Sede desde hace varios años, son los dos grandes retos económicos que deberá asumir el próximo papa.

Con la renuncia de Benedicto XVI, que desde hoy dejará de ser la cabeza de la Iglesia Católica, los cardenales reunidos en el cónclave deberán escoger a un hombre que, aparte de ser hábil en el manejo de la política, sea un buen administrador.

Por otra parte, aunque analistas no reniegan de lo hecho en el periodo de Joseph Ratzinger, dicen que el nuevo sumo pontífice deberá ser también un líder carismático. Se ha conocido que Benedicto sufrió por la lucha de poderes dentro de su núcleo más cercano. Durante su pontificado las cuentas del Vaticano siguieron en déficit y aunque en 2010 se alcanzó a vislumbrar una recuperación, las cifras volvieron a caer. Por otra parte, a pesar de que intentó acercarse a las juventudes, muchos señalan que más que hombre que atrae multitudes, el saliente papa es un académico consumado.

“Es importante que el nuevo papa tenga el mismo nivel académico que los dos anteriores, que conozca los problemas de la sociedad y que esté abierto al diálogo. Pero además tiene que contemplar la economía y ser una persona muy buena para administrar”, señaló Catalina Hernández, coordinadora del Centro de Estudios Teológicos y de las Religiones de la Universidad del Rosario.

“El papa es un actor muy importante en la economía de todo el mundo. Cuando por ejemplo él habla de defender los derechos de los trabajadores es una voz que tiene mucha resonancia. Además se necesita alguien con un manejo económico muy cuidadoso, porque a la iglesia también la afecta la crisis y por eso está pasando por dificultades”, dijo Bodgan Piotrowski, decano de la facultad de filosofía y ciencias humanas de la Universidad de la Sabana.

Cuando Benedicto XVI parta hoy a las 8 p.m. (hora de Roma) hacia su nuevo hogar en Castel Gandolfo, pasará a ser papa emérito y continuará llevando sotana blanca, según informó ayer el Vaticano. También se conoció que tendrá un pensión de US$3.258 mensuales, y que la Santa Sede pagará por sus gastos diarios.

Lo cierto es que al saliente Ratzinger le tocó afrontar una de las épocas más difíciles para la iglesia católica. No solo la crisis económica sino también escándalos como los de abusos sexuales alrededor del mundo por parte de importantes miembros y la conmoción que causaron los llamado “Vatileaks”, que dejaron al descubierto una trama de corrupción en el banco que controla las finanzas del Estado.

Según se ha conocido y de lo que ha dado señales el sumo pontífice, las luchas internas por el poder han arreciado en los últimos años. Se conoció de la división en dos facciones: la del cardenal Angelo Sodano, exsecretario de Estado, y el cardenal Tarcisio Bertone, actual secretario y quien reemplazó al anterior. Dicen personas que observan de cerca al Vaticano, que los dos han tenido una lucha muy fuerte, lo que habría cansado a Benedicto XVI. Por el momento, Bertone es quien tiene la sartén por el mango, pues es el camarlengo y mientras está reunido el cónclave ejerce como el papa en funciones. Sin embargo Sodano está moviendo su maquinaria política para que uno de sus cardenales salga elegido.

“Uno de los primeros retos para el nuevo papa es la elección del Secretario de Estado, que es quien ejecuta los designios del pontífice. Además es el que pone la cara en las relaciones diplomáticas con más de 180 países”, afirmó Hernán Olano, doctor en Derecho Canónico de la Universidad de la Sabana.

Después de hoy todos estarán pendientes de lo que suceda en el cónclave, pues de este dependerá el futuro económico del Vaticano. La decisión destrabaría el proceso de recolecta de las donaciones de los casi 1.200 millones de fieles de todo el mundo que representan más de US$90 millones al año. También reactivaría el turismo de la Santa Sede, el cual se detiene mientras esté en curso el cónclave.

Latinoamérica todavía es la más católica
Según la base de datos católica del Vaticano, Latinoamérica sigue siendo el continente donde hay más fieles, con 483 millones de personas que representan el 41,3% del total mundial. Dentro de la región y el planeta Brasil es el país que se queda con el título con más de 150 millones. Otro de los datos arrojados es que África es el que más crecimiento tiene, con un promedio de 15,3% en 2012, mientras que Europa es el que más cayó con 23,7% menos fieles en el mismo año. Además fue revelado que dentro del viejo continente sigue siendo Italia el que más católicos tiene: 57 millones.

Las opiniones

Bodgan Piotrowsky
Decano de filosofía y ciencias humanas, U. Sabana
“El papa es un actor muy importante en la economía del mundo. Por ejemplo, cuando defiende los derechos de los trabajadores, tiene resonancia”.

Catalina Hernández
Coordinadora del Cetre, Universidad del Rosario
“El nuevo papa debe tener el mismo nivel académico que los dos anteriores. Además debe contemplar la economía y ser buen administrador”.