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Su apuesta es que es probable que un candidato más cercano a los mercados gane en los comicios del 22 de octubre, sea Milei, Patricia Bullrich, o el ministro de Economía Massa
La carrera presidencial de Argentina está impulsando a algunos inversionistas dispuestos al riesgo a hacer apuestas a pesar de las escasas posibilidades de que un nuevo gobierno logre sacar a la segunda economía de Sudamérica de su profunda crisis.
Mientras que la mayoría de los operadores aguardan para tomar decisiones, ansiosos respecto de la elección e inseguros acerca del candidato que ganó las primarias el libertario Javier Milei, algunos bonistas atrevidos se están moviendo.
Su apuesta es que es probable que un candidato más cercano a los mercados gane en los comicios del 22 de octubre, sea Milei, Patricia Bullrich, su principal rival en el espacio conservador, o el ministro de Economía Sergio Massa, de la coalición peronista de centroizquierda gobernante.
"Dos tercios del país está votando por una consolidación fiscal bastante importante, que, como un inversionista en bonos, obviamente estamos muy interesados", dijo Christine Reed, una gerente de carteras en la empresa de inversiones global Ninety One, con sede en Nueva York.
Reed dijo que la compañía de inversión había aumentado su asignación a Argentina desde el sorpresivo primer puesto logrado por Milei en las primarias abiertas de agosto, aunque admitió que el riesgo era alto por la historia de cesaciones de pagos del país -la novena en el 2020- y caídas en los precios de bonos.
"Ha habido mucho dolor por invertir en Argentina en la última década", dijo Reed. "Las personas que aún están en actividad probablemente perdieron dinero en algún momento u otro".
Milei, un economista y diputado nacional, quiere hacer fuertes recortes en gastos, eliminar controles al capital y eventualmente dolarizar la economía. Las decisiones, en teoría, deberían ser positivos para los mercados, pero podrían ser difíciles de realizar en una economía asediada por una inflación de tres dígitos, reservas negativas de divisas, pobreza en ascenso y una moneda en picada. Un acuerdo por US$44.000 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se suma a la inestabilidad.
Bullrich, que fue ministra durante la presidencia cercana a los mercados de Mauricio Macri entre el 2015 y 2019, también promete recortar el déficit fiscal y la emisión monetaria. Massa, que representa a un sector más moderado de la coalición gobernante, prometió llevar a cero el déficit en el 2024, aunque apeló al grifo del gasto recientemente para mejorar sus posibilidades electorales.
Rb Citrone, fundador del fondo de coberturas con sede en Estados Unidos Discovery Capital Management, dijo que Argentina presenta una de las mejores posibilidades en los mercados emergentes.
"Están apoyando a alguien que tiene una visión muy radical en términos de un libre mercado real y un gobierno más chico", dijo de Milei. "Desde una perspectiva económica, estas son ideas muy liberales, así que pienso que va a ser un cambio generacional".
Populismo impopular
Una conclusión clave para inversionistas de las primarias de agosto fue la percibida debilidad de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, una populista de centroizquierda y dos veces presidenta argentina, entre el 2007 y el 2015, que por un largo tiempo se ha enfrentado con inversores.
Fernández de Kirchner, que estableció controles de divisas y presidió un 'default' de deuda soberana durante uno de sus mandatos, ha tomado un rol menor en la carrera electoral.
Luego de organizar un viaje para inversionistas a Buenos Aires, analistas de BancTrust & Co dijeron que la principal conclusión de reuniones era la "confirmación de que el foco de debate de políticas se ha desplazado hacia un marco amistoso con los mercados".
"También encontramos un consenso de que el kirchnerismo progresivamente abandonaría el centro del escenario político no importa quien gane las elecciones", dijeron en una nota.
Precios deprimidos
Los precios de los bonos de Argentina respecto al dólar se negocian entre US$0,20 y US$0,30, mucho más bajo que países actualmente en default, como Ghana y Sri Lanka, que se comercian entorno a los US$0,40.
Los bajos valores ofrecen otro motivo para el optimismo respecto a la deuda argentina, dijo Thomas Haugaard, un administrador de carteras de deuda de divisas duras de mercados emergentes en Janus Henderson Investments en Copenhague.
"Tenemos un pequeño sobrepeso en Argentina, pero es probablemente más una valuación de argumento actualmente que un escenario muy claro de base", dijo Haugaard. "Creo que la mayoría de los inversionistas están luchando un poco para entender cual es el escenario base".
También existe una preocupación persistente respecto a una posible administración de Milei, dado que su partido tendría que enfrentar a un Congreso hostil y dividido que intentaría obstruir cualquier reforma propuesta.
Morgan Stanley dijo recientemente que aún no era el momento para ser optimista con Argentina, a pesar de una reciente caída en precios de bonos, aunque un "camino hacia un escenario optimista permanece".
Armando Armenta, un analista para mercados de ingresos fijos y de divisas de Latinoamérica en AllianceBernstein en Nueva York, dijo que era un escenario mixto.
"El desempeño de Milei y Bullrich como señales de una demanda de cambio de las actuales políticas no sostenibles debería ser bienvenido por inversores", dijo.
"Sin embargo, los planes de Milei y su habilidad de poder aplicarlos si gana aún están claros, moderando el impacto positivo del resultado esperado".
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