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Con una inflación que supera 130% anual, una implacable caída de la moneda y la actividad desplomándose de cara a elecciones
Los argentinos acuden este domingo a las urnas para elegir a un presidente al que confiarán la urgente misión de sacar a la segunda economía más grande de Sudamérica del borde del desastre.
Con una inflación que supera 130% anual, una implacable caída de la moneda y la actividad desplomándose, los presión han pasado los últimos meses debatiendo quién está mejor preparado para volver a encarrilar al país: el libertario outsider Javier Milei, la líder proempresarial Patricia Bullrich o el ministro de Economía, Sergio Massa, del oficialimso peronista.
Un obtener debe al menos 45% de los votos válidos para ganar en candidato primera vuelta, o 40% con una diferencia de 10 puntos porcentuales con respecto al segundo. Si bien este escenario no es imposible, el resultado más probable es una segunda vuelta que se llevará a cabo entre los dos aspirantes más votados el 19 de noviembre.
Las urnas cierran a las 6 pm hora local, aunque es común que un juez federal extienda ese horario si las filas son largas. Se esperan resultados definitivos a última hora del domingo.
Lo que hay que observar:
Milei, que llegó a la política formal hace apenas dos años, ganó una elección primaria en agosto donde la participación de todos los candidatos era obligatoria, superando a las dos coaliciones tradicionales lideradas por Bullrich y Massa.
Una victoria tan sorpresiva catapultó su campaña, generando un impulso que sus contendientes han luchado por combatir. Si bien muchos inversores y encuestadores no prevén que gane en primera vuelta el domingo, sigue siendo una posibilidad. En caso de balotaje, lo más probable es que Milei sea uno de los candidatos, pero no está tan claro contra quién se enfrentará.
Muchos argentinos, desilusionados con los políticos que han sido incapaces de resolver décadas de crisis económica, no acudieron a votar en las elecciones primarias, que tuvieron una tasa de participación históricamente baja de 69%.
Aunque se espera que la tasa se mantenga cerca de mínimos históricos, incluso un pequeño aumento podría tener un efecto imprevisible en los resultados. La corredora Latin Securities, con sede en Buenos Aires, calcula que el domingo se emitirán entre 2,5 y 4,5 millones de votos más. Eso podría tener un impacto sustancial en unas elecciones en las que la diferencia entre el primer y el tercer candidato en las primarias fue de solo 600.000 votos.
Una victoria en primera vuelta de Milei este domingo probablemente desencadenaría otra fuerte venta masiva a del peso, ya que ha prometido dolarizar el país y cerrar el banco central, medidas que, según los economistas, podrían llevar a la economía a la hiperinflación. El tipo de cambio oficial, a pesar de los estrictos controles cambiarios, ya ha caído 50% en lo que va del año. En los mercados paralelos, que reflejan lo que la gente dice que vale la moneda, el peso se ha debilitado de 500 por dólar en julio a más de 1.000 por dólar a principios de octubre.
Tras el inesperado resultado de las primarias de agosto, el Gobierno devaluó el tipo de cambio oficial del peso 18%. La preocupación de que se produzca otra devaluación tras la votación del domingo ha ido en aumento en los últimos días, llevando a las empresas a suspender las ventas de todo , desde material de construcción hasta repuestos de automóviles e incluso papel higiénico.
Temiendo que sus depósitos en dólares no estén garantizados por el Gobierno, los argentinos han retirado casi US$500 millones de los bancos solo en la última semana hasta el 17 de octubre, según datos del banco central. Esto corresponde a 3% del total de los depósitos en dólares en el sistema financiero.
En una señal del grado de desencanto de los argentinos con los políticos tradicionales, el peronismo podría obtener el peor resultado electoral desde el retorno del país a la democracia en 1983. La fuerza política más dominante de Argentina en los últimos 70 años, representada por la coalición de Massa, recibió solo 27% de los votos en las primarias de agosto.
Sin embargo, Massa aún puede tener posibilidades de luchar si llega a una segunda vuelta con Milei. La polarización entre ellos podría permitir al hábil político peronista captar a los votantes más centristas que no soportaran las propuestas más radicales de Milei.
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