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Casi 2.000 trabajadores de todo el mundo se unieron en la huelga contra los despidos masivos, el clima y el retorno del trabajo
Unos cientos de empleados de Amazon.com Inc. abandonaron sus puestos de trabajo el miércoles para protestar contra las políticas de retorno al trabajo de la empresa, su impacto sobre el clima y la mayor ronda de despidos de su historia.
La protesta, organizada por Amazon Employees for Climate Justice y el grupo Amazon's Remote Advocacy, tuvo lugar en la sede central de la empresa en Seattle durante la hora del almuerzo. Los trabajadores se reunieron bajo un cielo plomizo cerca de las Esferas, los orbes llenos de plantas en el corazón del campus corporativo, blandiendo pancartas que decían: "¡Diablos, no, RTO!" y "Escucha a tus empleados. Dejen de engañar".
Los grupos dijeron que casi 2.000 trabajadores de todo el mundo se habían comprometido a unirse a la huelga, una pequeña parte de los más de 300.000 empleados de la empresa.
La moral se ha resentido en la sede central de Amazon desde que la empresa inició los despidos a finales del año pasado, que acabaron afectando a unos 27.000 empleados. Amazon también ordenó a la mayoría del personal corporativo que se presentara en la oficina al menos tres días a la semana a partir de mayo, una medida que no fue aplaudida universalmente.
En los últimos años, el gigante del comercio electrónico y la computación en nube se ha enfrentado a varias protestas y huelgas de empleados. Empleados de Amazon por la Justicia Climática comenzó a finales de 2018 como una reunión de personas que compartían preocupaciones sobre el cambio climático y el papel de su empleador en él. Comenzaron a presionar para que la empresa hiciera más, incluida la organización de un paro en septiembre de 2019 que se programó para coincidir con huelgas mundiales para exigir más medidas para combatir el calentamiento global.
El día antes de esas protestas, Amazon dio a conocer un "Compromiso Climático" y dijo que sus operaciones serían neutras en carbono para 2040. Los empleados activistas se proclamaron vencedores, pero afirmaron que las medidas no iban lo suficientemente lejos e instaron a los ejecutivos a cortar los lazos de Amazon con las empresas de combustibles fósiles, entre otras acciones. En los últimos años, Amazon ha ido integrando sus objetivos medioambientales en un mayor número de operaciones, aunque también abandonó discretamente un objetivo climático anterior al Compromiso Climático que habría hecho que la mitad de sus envíos fueran libres de emisiones de carbono para 2030.
Amazon despidió a dos de los miembros fundadores del grupo climático en 2020 después de que criticaran sus políticas de Covid-19 y trataran de celebrar foros con los trabajadores de los almacenes. Amazon dijo que Emily Cunningham y Maren Costa fueron despedidas por violar su política que prohíbe a los empleados hablar públicamente sobre asuntos de la compañía. En 2021, Amazon llegó a un acuerdo con las trabajadoras para poner fin a una investigación federal sobre presuntas represalias contra ellas por su activismo en el lugar de trabajo.
"Amazon no hará estos cambios sin presión, pero los han hecho y los harán", dijo Cunningham, que asistió a la protesta del miércoles.
"Seguimos presionando mucho para llegar al carbono cero neto en 2040", dijo Brad Glasser, portavoz de Amazon. "Aunque a todos nos gustaría llegar allí mañana, para empresas como la nuestra que consumen mucha energía y tienen activos muy importantes de transporte, embalaje y edificios físicos, llevará tiempo conseguirlo". Glasser afirmó que la empresa está en vías de obtener toda su energía de fuentes renovables para 2025.
Sobre la política de vuelta al trabajo de Amazon, dijo: "Hay más energía, colaboración y conexiones, y esto nos lo han dicho muchos empleados y las empresas que rodean nuestras oficinas. Entendemos que va a llevar tiempo volver a estar más en la oficina".
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