En los últimos cinco años se disparó la llegada de empresas venezolanas

Desde 2008, la incursión de compañías venezolanas al mercado colombiano no ha tenido freno.

Según datos aportados en junio de 2011 por la Cámara Colombo-Venezolana, tan solo ese año se esperaba el registro de 250 empresas venezolanas en Colombia. El ritmo era tal, que en las oficinas de este organismo se atendían en promedio a cuatro empresarios del país vecino por semana.

Aunque ya venían operando empresas venezolanas desde hace años, como Alimentos Polar, que inició operaciones locales en 1995, recientemente ha entrado un sinfín de firmas que aseguran que Colombia es el mercado ideal en este momento para fortalecer o iniciar una estrategia de expansión internacional.

Este es el caso de Locatel, un supermercado de productos para la salud que llegó a Colombia en 2004 con una inversión de US$5 millones. Si bien la cadena de almacenes no destaca la inestabilidad política y económica de su país de origen como uno de los motivos que impulsaron su llegada al mercado local, el esfuerzo ha sido tal que su operación en el país ya es lo suficientemente sólida e independiente.

“Actualmente Locatel cuenta con 23 tiendas ubicadas en Bogotá, Chía, Medellín, Pereira, Cali, Barranquilla y Cúcuta. Es importante aclarar que el origen de la marca es venezolano, pero Locatel funciona en Colombia bajo un modelo de franquicias con capital principalmente colombiano”, explicó la directora de Mercadeo de esta compañía, Carolina Valencia.

Con el mismo propósito de consolidar su expansión internacional, otra de las marcas venezolanas que hizo gala en marzo de 2011 fue Proseín, una comercializadora de cerámicas, porcelanatos y materiales de construcción que opera en Venezuela hace 33 años y tiene presencia en Costa Rica.

La compañía inició operaciones con una inversión de US$25 millones y un local en Bogotá. Según explicó su gerente, Juan Carlos Cadavid, las ventas este año cerrarán en $32.000 millones. Hoy, poseen dos salas de venta en la capital del país..

Mediante la adquisición de Droguerías Continental, una compañía que estaba reportando pérdidas ($2.524 millones en el año 2011), la venezolana Cobeca inició sus operaciones en el país. “Las expectativas económicas son estables en Colombia, lo que llama mucho la atención de los inversionistas. Nos dimos cuenta que este país es el escenario perfecto para sacar provecho a los 103 años de trayectoria que tenemos en Venezuela”, indicó en abril del año pasado el gerente de Cobeca, Hernando Hernán.

En el mismo ramo farmacéutico en el año 2009 entró la cadena Farmatodo, una red de farmacias con autoservicio y puntos de atención de 24 horas con la que actualmente ofrecen sus servicios en Barranquilla (dos tiendas) y Bogotá (alrededor de 30 puntos).

Pero estas no son las únicas firmas en el país. Delcop, posee desde 2011 las operaciones de Xerox Colombia; Decofruta entró al negocio local de comercio electrónico en 2010; Dipromuro es una compañía de inversionistas venezolanos que representa en la nación a la marca china Lifan; Suelopetrol ya tiene oficina en Bogotá y se anuncia la llegada de la marca de ropa Ovejita.