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Aumento del precio de la gasolina en México.
Distintos empresarios gasolineros manifestaron que se llevan a cabo negociaciones de precios finales, con el fin de combatir al mercado ilícito
El precio nacional de la gasolina de bajo octanaje en México podría llegar fluctuar en una banda entre US$1,02 (21 pesos méxicanos), a la baja, y US$1,17 (24 pesos) como máximo, según han adelantado el Gobierno federal, empresarios y fuentes cercanas a estas negociaciones con las que se buscará beneficiar a los consumidores, contener la inflación y frenar el huachicol tanto en instalaciones físicas como el que se lleva a cabo en importaciones que no pagan completos los impuestos debidos y generan competencia desleal.
La presidenta Claudia Sheinbaum, junto con la secretaria de Energía, Luz Elena González Escobar, y el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Víctor Rodríguez Padilla, explicaron durante la conferencia matutina del Ejecutivo en Palacio Nacional que se llevan a cabo negociaciones con los empresarios gasolineros del país para que a más tardar en dos semanas se dé a conocer el nuevo esquema de precios finales al público de las gasolinas, en el que el impuesto especial sobre productos y servicios (IEPS) podría ya no ser el factor determinante en la fórmula de una nueva metodología de determinación de precios constantes.
“Más que fijar un precio o una ganancia máxima, lo que queremos es llegar a un acuerdo con ellos. Entonces, ya va muy avanzado el acuerdo. Y el objetivo es que el precio de la gasolina no suba de US$1,17 el litro, que considerando la inflación, pues no sólo con ese precio no habría aumento desde 2018, sino inclusive habría una ligera reducción”, aseguró Claudia Sheinbaum Pardo, “entonces, va muy bien, nosotros esperamos que en unas dos semanas más o menos ya estemos firmando con todos los gasolineros, pues que sería muy bueno, porque es un acuerdo voluntario para que no suba de US$1,17"
La Organización Nacional de Expendedores de Petróleo, Onexpo, que agrupa a empresarios gasolineros de las 32 entidades, alertó en enero pasado que entre los mayores retos que enfrentan, el primero es el "huachicol fiscal", que es una problemática se genera y se manifiesta por las diferencias existentes entre los reportes de volúmenes exportados desde los EE.UU. y los registrados en México como importados.
“Se estima que son del orden de los 300,000 barriles diarios, equivalentes a más de 40 millones de litros por día de combustibles”, alertaron. De ahí que desde que inició esta administración han tenido diversos acercamientos con el gobierno para hacer frente a esta situación.
De acuerdo con cálculos a partir de datos de la Secretaría de Energía, el año pasado se consumieron en México 804,000 barriles diarios de gasolina, de los cuales 79% correspondieron a gasolina regular. Ello significa que se comercializaron diario poco más de 100 millones de litros.
A decir de analistas, la fijación del precio tope solo se logrará si Pemex subsidia o negocia menores precios en la cadena de producción, o bien si se reducen los impuestos.
“A los gasolineros, quienes operan la estación de servicio, les llega la gasolina con 92% del precio final al que se va a vender al consumidor final. En realidad, es muy poco lo que puede hacer el gasolinero para bajar el precio”, dijo Ramsés Pech, asesor en energía y economía.
Además, resaltó que reducir los precios de la gasolina es aún más complicado si se toma en cuenta que 52% del precio final de la gasolina depende de un mercado internacional de petróleo y combustibles que se mueve conforme a factores que no tienen nada que ver con México.
Pech dijo que habría tres formas para ayudar a reducir el precio final de la gasolina, los cuales involucran a Petróleos Mexicanos.
Establecer almacenes satelitales más próximos a las estaciones de servicio para reducir costos de transporte y seguridad. Que Pemex ofrezca descuentos en la Terminal de Almacenamiento y Reparto (TAR) a comercializadores, distribuidores y estaciones de servicio. Que Pemex negocie con refinerías de EE.UU. para obtener precios más bajos en las gasolinas importadas o bien eliminar intermediarios.
“Pemex podría dar un mayor descuento, al ser ahora una empresa social, responsable, y no productiva, dando pie a forzar al mercado, al tener una mayor competencia por los privados que están actualmente en el mercado de las TAR”, dijo Pech.
Por su parte, Alejandro Montúfar, director general de la consultora Petro Intelligence, dijo que un precio máximo de US$1,07 por litro al mayoreo y de US$1,17 al menudeo resulta impráctico en muchos casos para las estaciones de servicio o bien le costará al erario público.
Por un lado, dijo, la mayor parte de las terminales de almacenamiento y distribución de Pemex tienen un precio de la gasolina al mayoreo por encima de los US$1,07 por litro, “lo que en la práctica va a generar un subsidio por parte de Pemex” que costaría hasta 10% de la recaudación de Ieps a las gasolinas y el diésel, alrededor de US$1.946 millones (40.000 millones de pesos)
“Una brecha para la cadena de valor indicada de sólo US$0,097 (2 pesos) por litro no es suficiente para todas las empresas participantes, ya que, solamente para el expendio a las estaciones de servicio está en más de US$0,15 (3 pesos) por litro”, dijo Montúfar.
Dijo que bajo dicho escenario, varias estaciones de servicio no podrían recuperar sus costos, lo que incentivaría el suministro irregular. “La adulteración o el despacho de litros incompletos serían las alternativas para obtener la rentabilidad sobre el capital”, advirtió.
En la tarde, Martinelli dijo en un mensaje en su cuenta de Instagram que aceptaba el salvoconducto que le ha concedido el gobierno del presidente José Raúl Mulino y reiteró su inocencia
La decisión afecta a varias empresas, incluida la petrolera estadounidense Global Oil Terminals, Repsol y Maurel et Prom
Esto forma parte de una iniciativa para atraer clientes mediante la mejora del servicio y se asemeja al objetivo de cuatro minutos para los pedidos en tienda anunciado el otoño pasado