Estados Unidos permite la liberación de US$6.000 millones desde Corea del Sur a Irán

Estados Unidos allanó el camino para que 6.000 millones de dólares en ingresos petroleros fueran devueltos a Irán y acordó liberar a cinco iraníes como parte de un acuerdo negociado en secreto que allanará el camino para que cinco ciudadanos estadounidenses detenidos en Irán regresen a sus hogares.

El secretario de Estado, Antony Blinken, notificó al Congreso el lunes una exención que permitirá a los bancos alemanes, irlandeses, qataríes, surcoreanos y suizos transferir US$6.000 millones desde Corea del Sur sin temor a entrar en conflicto con las sanciones estadounidenses. Dijo que US$6.000 millones se mantendrían en cuentas restringidas en Qatar, donde estarán “disponibles sólo para el comercio humanitario”, según una copia de la notificación.

Un portavoz del gobierno iraní dijo el lunes que esperaba que la transferencia de los fondos congelados se completara en los “próximos días”. La carta al Congreso no decía cuándo se llevaría a cabo el intercambio de prisioneros.

Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, dijo en un comunicado que “lo que se busca aquí es un acuerdo mediante el cual aseguramos la liberación de cinco estadounidenses detenidos injustamente. Este sigue siendo un proceso delicado y continuo. Si bien este es un paso en el proceso, ninguna persona ha sido ni será liberada bajo custodia estadounidense esta semana”.

Los funcionarios estadounidenses habían anunciado las líneas generales del acuerdo a principios de agosto después de que Irán trasladara a cuatro ciudadanos estadounidenses de prisión a arresto domiciliario. Entre los prisioneros estadounidenses se encuentra Siamak Namazi, que se encuentra recluido en la prisión de Evin de Teherán desde octubre de 2015.

En ese momento, los funcionarios estadounidenses se negaron a describir los detalles del acuerdo, diciendo que revelar más corría el riesgo de alterar un proceso delicado que aún podría desmoronarse. También se mostraron cautelosos a la hora de reconocer conversaciones con un régimen que ha intensificado los abusos contra los derechos humanos y continúa suministrando armas y otros materiales a Rusia para su invasión de Ucrania.

Blinken firmó la exención el viernes. Un portavoz del Departamento de Estado, que pidió no ser identificado, dijo que la administración Biden no levantará ninguna sanción contra Irán ni proporcionará ningún alivio de sanciones como parte del acuerdo.

Sin embargo, personas familiarizadas con el asunto han dicho que Estados Unidos e Irán han estado involucrados durante meses en una diplomacia tentativa y secreta que ha llevado a las dos partes a avanzar lentamente hacia un entendimiento informal bajo el cual Teherán liberaría a los estadounidenses y potencialmente impondría límites a su programa nuclear.

Todo es parte de un esfuerzo más amplio de la administración Biden para restaurar al menos algunas de las restricciones que Irán acordó bajo los términos de un acuerdo nuclear de 2015, el Plan de Acción Integral Conjunto. El presidente Donald Trump abandonó ese acuerdo en 2018.

Los republicanos y algunos demócratas en el Congreso han criticado el intento de la administración Biden de lograr una nueva diplomacia con Irán, diciendo que solo alentará al régimen a encarcelar a más estadounidenses y seguir adelante con su desarrollo nuclear. Irán niega que tenga algún plan para adquirir un arma nuclear.

Watson, del Consejo de Seguridad Nacional, dijo que “hemos mantenido al Congreso ampliamente informado”, incluso con reuniones informativas adicionales ya programadas para esta semana.