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Según el experto, el final de la pandemia desencadenaría otras problemáticas como la desglobalización o la automatización
Conocido como el 'Doctor Catástrofe', el economista Nouriel Roubini ha hecho varias predicciones en los últimos años sobre los eventos que podrían afectar las finanzas mundiales. En su momento anticipó la crisis de 2008 y esta vez el ojo público está sobre él tras alarmar sobre una "grandísima depresión" tras la pandemia.
Roubini comentó que la recesión golpeó la economía global en mal momento, pues ya se estaba lidiando con problemáticas financieras, políticas, económicas, sociales y ambientales, que se han visto agudizados por el impacto del covid-19.
"Luego de la crisis financiera de 2007 a 2009, los desequilibrios y los peligros que impregnan la economía global fueron exacerbados por errores en las políticas. De ese modo, en lugar de abocarse a los problemas estructurales que revelaron el colapso financiero y la recesión subsiguiente, los gobiernos patearon el asunto para adelante, lo cual creó riesgos de impacto negativo que hicieron inevitable otra crisis", precisó el economista en Project Syndicate.
La posición de Roubini no ha cambiado pese a que otras entidades internacionales se muestran más optimistas de lo que se podrá lograr en 2021, al menos, en materia económica.
“Lamentablemente, aun si la Recesión Mayor conduce este año a una recuperación deslucida en forma de U, una Grandísima Depresión en forma de L la seguirá más adelante en la década, debido a diez tendencias ominosas y peligrosas”, añadió.
Para el 'Doctor Catástrofe' siguen en la lista otros 10 eventos que podrían afectarlo todo:
Deuda
Una de las tendencias que señala el también profesor de la Universidad de NuevaYork, Roubini, es el déficit y los riesgos que llegan con este, como la deuda y el cese de pago.
“La política para responder a la crisis del covid-19 conlleva un aumento enorme del déficit fiscal, del orden del 10% del PIB o más, en un momento en que los niveles de deuda pública en muchos países ya eran altos, si no insostenibles”, añadió el profesor.
Roubini plantea que esta problemática también se reflejará en la pérdida de ingresos de los hogares y de las empresas, con lo que las deudas del sector privado podrían, también, volverse insostenibles.
"Potencialmente conduce a default en masa y bancarrotas. Junto con los niveles de deuda pública en aumento, todo esto asegura una recuperación más anémica que la que siguió a la Gran Recesión de hace una década", señaló el economista.
Vejez
A el segundo factor lo denominó la bomba de tiempo demográfica en las economías avanzadas. Sobre este punto el experto señaló la importancia de incrementar el gasto público a los sistemas de salud y forjar una atención médica universal.
Sin embargo, las sociedades envejecidas en los países desarrollador representarían otro reto a la hora de financiar estos gastos en el futuro, lo que podría desencadenar una deuda más grande en materia de sistemas de salud y seguridad social.
Deflación
En tercer lugar puso la deflación, pues señaló que si bien la pandemia ha causado una recesión económica, también se ha encargado de estancar los bienes y el mercado laboral, ocasionando cifras de desempleo masivo.
"Impulsa un colapso de los precios de los commodities como el petróleo y los metales industriales. Eso hace que la deflación sea probable e incrementa el riesgo de insolvencia", explicó el economista.
Devaluación de las monedas
La devaluación monetaria sería el cuarto riesgo para los próximos años. Roubini, quien se ha desempeñado en varias labores en el el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, señaló que a medida que los bancos centrales se esfuerzan por combatir la deflación y el peligro del aumento en las tasas de interés, las políticas monetarias serán más extrañas y extensivas.
"En el corto plazo, los gobiernos necesitarán ejecutar déficits fiscales monetizados para evitar la depresión y la deflación. Pero con el tiempo los choques negativos de la oferta, debidos a la desglobalización acelerada y un proteccionismo renovado, harán que la estanflación sea inevitable", añadió.
Disrupción digital
La quinta problemática contempla la tecnología. Un elemento que se volvió primordial durante 2020 y que tomaría más fuerza durante el próximo año. Según señala Roubini se podría atravesar por una disrupción digital de la economía.
Además, la pérdida de empleos y la disminución en los salarios agudizaría las brechas de ingresos y riqueza en la economía.
El comportamiento de las empresas también se vería afectado, y en la búsqueda de protección frente a los golpes en la cadena de suministro, las entidades, principalmente, en economías avanzadas optarían por traer a mercados domésticos producción de regiones de bajo costo.
"Esta tendencia acelerará el ritmo de la automatización, lo que ejercerá una presión a la baja en los salarios y avivará las llamas del populismo, el nacionalismo y la xenofobia", precisó el economista.
Desglobalización
El proteccionismo podría afectar los mercados en los próximos años, para el 'Doctor Catástrofe', China y Estados Unidos serían los primeros países en separarse, pero esto solo ocasionaría políticas cada vez más proteccionistas para proteger a las empresas y trabajadores. "La pandemia acelera las tendencias, que ya estaban bastante avanzadas, hacia la balcanización y la fragmentación", precisó.
El economista señaló que una vez pase la pandemia habrá regulaciones más estrictas sobre la circulación de bienes, servicios, capital, trabajo, tecnología, datos e información. Una tendencia que podría estarse viendo desde ya con el sector farmacéutico, médico y de alimentos. Elementos primordiales durante una crisis como la actual.
La tendencia se verá reforzada por el séptimo factor que enumeró Roubini: la reacción contra la democracia. "En condiciones de inseguridad económica intensificada, habrá un fuerte impulso a convertir a los extranjeros en chivos expiatorios de la crisis. Los trabajadores industriales y amplios grupos de la clase media se volverán más susceptibles a la retórica populista, en particular a las propuestas de restringir las migraciones y el comercio", estimó.
Democracia
Roubini señala que habrá una reacción contra la democracia en varios países del mundos, que sería el séptimo elemento a tener en cuenta para la época pospandemia.
"En condiciones de inseguridad económica intensificada, habrá un fuerte impulso a convertir a los extranjeros en chivos expiatorios de la crisis. Los trabajadores industriales y amplios grupos de la clase media se volverán más susceptibles a la retórica populista, en particular a las propuestas de restringir las migraciones y el comercio", dijo.
China versus Estados Unidos
"El presidente chino, Xi Jinping, utilizará las acusaciones del estadounidense, Donald Trump, sobre el origen de la pandemia para denunciar que Washington impide el crecimiento pacífico de su país. Eso intensificará el desacople chino-estadounidense en comercio, tecnología, inversión, datos y acuerdos monetarios", señaló el economista refiriéndose al octavo elemento negativo.
Otra guerra fría
El economista ve la posibilidad de una nueva guerra fría en la que se involucren EE.UU.; Rusia; Irán y Corea del Norte. En el noveno elemento, la tecnología sería protagonista.
"La ciber guerra podría potencialmente llegar incluso a choques militares convencionales. En principio, el sector privado tecnológico de los Estados Unidos se integrará cada vez más al complejo industrial de la seguridad nacional", señala Roubini.
Medio ambiente
Finalmente, el 'Doctor Catástrofe' puso sobre la mesa una problemática que ha empeorado con los años, y que, según él, podría traer más caos que una crisis financiera, se trata de la disrupción ambiental.
Roubini habló de las epidemias que ha vivido la humanidad desde la década de 1980, como el Sida, el Ébola, el H1N1, y ahora el covid-19. "Son desastres creados por el hombre, surgidos de los bajos estándares de salud y salubridad, el abuso de los sistemas naturales y la creciente interconectividad de un mundo globalizado. Las pandemias y los numerosos síntomas mórbidos del cambio climático se volverán más frecuentes, graves y costosos en los años por venir", precisó.
¿Qué hacer?
Si bien el experto está enfocado en las situaciones catastróficas y los malos augurios, señaló que hay acciones que pueden reducir o apaciguar estas problemáticas hacia 2030, entre esas la tecnología y un mejor liderazgo político.
"Cualquier final feliz supone que encontremos la manera de sobrevivir a la grandísima depresión que se viene", reiteró.
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