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Rato entró con dos voluminosas maletas negras
El exvicepresidente del Gobierno español y exdirector gerente del FMI, Rodrigo Rato, ingresó en la cárcel madrileña de Soto del Real el jueves para cumplir una condenada de cuatro años y seis meses por un caso de uso indebido de tarjetas y fondos cuando fue directivo de una institución financiera.
Rato hizo declaraciones a la entrada de la prisión a los periodistas presentes, su primer 'mea culpa' público.
"Acepto mis obligaciones con la sociedad, asumo los errores que haya podido cometer, pido perdón a la sociedad y a las personas que hayan podido sentirse afectadas o decepcionadas", dijo quien fue presidente de Bankia, una de las principales entidades financieras españolas.
Vestido con jeans y un chaleco azul marino, Rato entró con dos voluminosas maletas negras.
El que un día fuera conocido como autor del "milagro económico" de España tiene pendiente un juicio para aclarar un posible fraude en la salida a bolsa de Bankia.
El conocido como caso de las "tarjetas black" investigó el uso irregular de tarjetas de crédito por parte de antiguos consejeros y directivos de Caja Madrid y después de Bankia, una entidad financiera surgida de la fusión de varias cajas de ahorros que eventualmente fue rescatada con dinero público.
La sentencia original condenaba a un total de 63 exdirectivos o exmiembros del consejo de administración de las dos entidades, por gastar de forma fraudulenta alrededor de 12,5 millones de euros.
El otro principal condenado en la causa por el uso fraudulento de las tarjetas de crédito, Miguel Blesa, recibió una pena de seis años. Sin embargo, el que fuera durante casi 13 años gestor de Caja Madrid se suicidó en julio de 2017.
La condena de Rato y el suicidio de Blesa marcaron el punto y final a una era de despilfarro y mala gestión en las cajas de ahorro españolas.
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