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El Presidente denunció a "la violencia fascista que se disfraza de republicanismo"en la Asamblea General de Naciones Unidas
Alberto Fernández no anduvo con preámbulos. En su primer párrafo del mensaje que hoy emitió ante las Naciones Unidas habló del atentado que sufrió Cristina Kirchner. El Presidente mencionó a "los profetas del odio" y, con un tono de profunda preocupación, alertó: "Muchas veces en la historia los magnicidios han sido prólogos de grandes tragedias".
No sólo esto. El Presidente acusó de promover esos hechos a los sectores de la "violencia fascista que se disfraza de republicanismo". No dio nombres ni apellidos. Pero señaló a aquellos sectores "fundados en el rechazo o el odio hacia las víctimas".
"En la Argentina el intento de asesinar a la vicepresidenta no solo afectó la tranquilidad pública. También buscó alterar una virtuosa construcción colectiva que el año entrante cumplirá cuatro décadas de vida". Así, acusó a "la violencia fascista que se disfraza de republicanismo" de estar detrás de este atentado.
En la Argentina este mismo mensaje presidencial desató una ola de cuestionamientos por parte de un sector de la oposición. Y el Gobierno no logró aun armar una mesa de diálogo para unificar posiciones contra el atentado más allá de declaraciones formales en el Congreso.
Para su exposición, el Presidente estuvo acompañado por la primera dama, Fabiola Yañez; la embajadora ante la ONU, Maritza Squeff; el canciller Santiago Cafiero, el embajador en Estados Unidos, Jorge Argüello, el secretario presidencial, Julio Vitobelo y la portavoz, Gabriela Cerruti.
SEGURIDAD ALIMENTARIA Y GUERRA
En el resto del mensaje presidencial ante la ONU, que por reglamento no se extendió más de 15 minutos, el Presidente volvió a hacer un llamado a la comunidad internacional para ayudar a los países emergentes. Realizó cuestionamientos al FMI y postuló a la Argentina para que ocupe un rol protagónico en dar respuesta a la inseguridad alimentaria, en medio de la guerra en Ucrania. A su vez resaltó cómo impacta este escenario volátil en la economía mundial.
Precisamente de este tema venía de dialogar en una reunión cerrada con los presidente Pedro Sánchez (España), Justin Trudeau (Canadá), Olaf Scholz (Alemania), Macky Sall (Senegal), Charles Michel (UE) y Jacinda Ardern (Nueva Zelanda), entre otros. Allí planteó que la inseguridad alimentaria "no empezó con la guerra, solo se agravó. El hambre tiene que ver con un sistema capitalista que expulsa y margina", dijo, según averiguó El Cronista.
Ante la ONU, fue más suave. "Estamos a tiempo de frenar varias de las amenazas que enfrenta la humanidad. Las injusticias que observamos sólo se agravarán si las posiciones extremas se instalan, si las guerras se sostienen en el tiempo profundizando el hambre y si una inflación persistente termina por corroer los ingresos de los más débiles", dijo.
En este contexto, el Presidente volvió a cuestionar "el avance militar de la Federación Rusa sobre el territorio de Ucrania", sin mencionar la palabra "invasión".
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