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Fitch Ratings rebajó la calificación de la deuda soberana de Japón en un escalón, debido a que un estancamiento político ha echado por tierra las probabilidades de que el país pueda poner freno a su enorme y creciente deuda.
Fitch recortó la calificación de la deuda en moneda extranjera de largo plazo de Japón a 'A+' desde 'AA' y en moneda local a 'A+' desde 'AA-', ambas con una perspectiva negativa.
La agencia advirtió que es posible que haya nuevas rebajas a menos que el Gobierno tome nuevas medidas de política fiscal para estabilizar las finanzas públicas y su ratio de deuda respecto al Producto Interno Bruto (PIB).
El yen cayó tras el anuncio, llevando al dólar a un máximo de la jornada de 79,85 yenes.
El recorte podría servir de temible recordatorio a los países altamente endeudados de Europa, de que se requieren acciones urgentes para reducir su deuda pública.
'Las rebajas de notas y perspectivas negativas reflejan los crecientes riesgos para el perfil del crédito soberano de Japón como resultado de sus elevados y crecientes ratios de deuda pública', comentó Andrew Colquhoun, jefe de deuda soberana en Asia-Pacífico de Fitch.
'El plan de consolidación fiscal del país se ve lento, en relación incluso a otros países de altos ingresos con desafíos fiscales, y la implementación está sujeta a riesgo político', añadió.
La nota 'A+' de Fitch para Japón es la más baja entre las tres mayores agencias calificadoras del mundo. Moody`s Investors Service tiene a Japón en 'Aa3' con perspectiva estable y Standard & Poor`s, en 'AA-' con panorama negativo. La carga de endeudamiento público de Japón, que duplica el tamaño de su economía, es de US$5 billones.
Junto con ellos, otras naciones como Bielorrusia, Indonesia, Kazajistán, Malasia, Tailandia, Uganda y Uzbekistán también ingresaron como socios
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