Futuro del Bitcoin, entre burbuja financiera y revalorización

No hay duda de que el Bitcoin está de actualidad. A lo largo de este año el precio de la moneda virtual más usada en el mundo se ha anotado una revalorización de casi 300%. A finales de 2016 la moneda tenía un precio de US$968. Hoy la moneda cotiza a US$4.000 la unidad. La capitalización total de la moneda a los precios actuales del mercado alcanza la cifra de US$67.800 millones. Desde luego, ante estas cifras, hace tiempo que el Bitcoin salió del ámbito de expertos en tecnología para pasar a ser el centro de todas las miradas. Banqueros de inversión, reguladores, expertos financieros hablan hoy, para bien o para mal, del Bitcoin y se preguntan cuál será su papel en el próximo año:

¿Mantendrá la subida de precio en el próximo año?

¿Se trata de una nueva burbuja financiera?

Mientras que hay voces que sitúan el precio del Bitcoin en US$$5.000 para el año que viene, lo que supondría una revalorización adicional de 30%, otras recientemente han tratado a la moneda de nueva burbuja financiera.

¿Qué hay detrás del Bitcoin? El Bitcoin es una moneda digital o criptomoneda que, como cualquier otra divisa, permite intercambiar bienes y servicios. Sin embargo, a diferencia de las divisas tradicionales, lo que aventaja al Bitcoin frente a estas es su independencia frente a cualquier Banco Central o Gobierno. El Bitcoin se presenta, de esta manera, como una clara alternativa al dinero Fiat (Ley que imponen los gobiernos para que las divisas que emiten los gobiernos sean dinero).

¿Cuánto lleva usándose el Bitcoin? El Bitcoin vio la luz en el año 2009 con la aparición de la tecnología blockchain. Blockchain, o cadena de bloques, es una tecnología de transferencia de información. Gracias a la combinación de criptografía, comunidad abierta y algoritmos matemáticos blockchain presenta estas ventajas frente a otras alternativas de transmisión de datos: alta seguridad y privacidad, alcance mundial sin intermediarios financieros y transacciones irreversibles. La transferencia de información se produce a lo largo de una red mundial de ordenadores que, a su vez, gestiona una enorme base de datos abierta al público.

La información de esta base de datos permanece inalterable sin que haya una entidad central que la controle. El conjunto de comprobaciones de toda la comunidad que la conforma logra el consenso para dar validez a las operaciones de compra y venta con Bitcoins en cualquier momento.

Cuando el Bitcoin nace en el año 2009 su precio apenas era de unos pocos céntimos de dólar. En esos momentos la tecnología blockchain era completamente desconocida, nadie veía valor en ella y, por tanto, el precio del Bitcoin reflejaba este desconocimiento. Desde ese momento hasta el día de hoy, la comunidad de usuarios de blockchain y, por tanto, de Bitcoins, ha crecido ininterrumpidamente. Este crecimiento queda reflejado en el número de wallets (monederos digitales para depositar Bitcoins) que se han creado desde el nacimiento de la moneda. Sólo en el año el año 2017 el número de estas carteras digitales ha pasado de 10 a 17 millones. Estas cifras muestran la fortaleza de la demanda global de Bitcoins, lo que tiene un reflejo directo en el aumento de la cotización.

Este hecho es particularmente importante en el caso de la criptomoneda. A diferencia de cualquier otra moneda tradicional no hay una política monetaria ni comercial detrás, como tampoco hay un modelo productivo de país que fortalezca o debilite la divisa. En cambio, el precio del Bitcoin viene sólo empujado por la demanda ya que su oferta, por otro lado, es limitada.

El aumento de la demanda por el Bitcoin también se refleja en el número de plataformas de intercambio, Exchange, que operan en la actualidad. No obstante, para el inversor cualificado, el hecho de que estas plataformas no tengan una adecuada regulación puede suponer un freno por la desconfianza que le genera el funcionamiento de las mismas.

No obstante, este inversor tiene la alternativa de operar vía contratos de diferencias o CFDs que, además, tienen la ventaja de permitir una operativa apalancada. La operativa con estos instrumentos permite una buena diversificación del riesgo ya que el Bitcoin presenta una baja correlación con otros activos financieros. Estas razones hacen que los CFDs sean uno de los instrumentos financieros ideales para operar con Bitcoin .

La fortaleza actual del Bitcoin se refleja en la evolución de su precio. La reciente caída en la cotización de más de US$1.000 que supuso el conocimiento de la intención de China de prohibir las ICO primero y la negociación de las criptomonedas en las Exchange después, ha sido inmediatamente corregida. En esta caída la cotización no ha perdido el soporte de los US$3.000 y continúa marcando una tendencia alcista iniciada en el pasado mes de julio.

Si bien es cierto que la volatilidad en la cotización puede provocar una cierta desconfianza en relación al desempeño futuro del Bitcoin, mientras su comunidad de usuarios, fuente real de fortaleza de la moneda, continúe en aumento, la criptomoneda seguirá consolidándose. Todo parece indicar que así va a ser, por lo que, sin duda, el año 2018 será un año clave para el futuro del Bitcoin en su camino para configurar una alternativa al sistema monetario actual.