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Directora de Diario Financiero, Marily Lüders, dice que el nuevo presidente debe “apurar el tranco” para definir equipo económico
El triunfo del izquierdista Gabriel Boric tumbó la bolsa de Santiago y disparó el dólar en Chile. Pero es apenas el comienzo. En opinión de Marily Lüders, directora de Diario Financiero, más allá del estrépito inicial hay preguntas en el horizonte que serán decisivas para la estabilidad futura del país: hasta dónde y cómo el nuevo presidente cumplirá sus promesas de aumentar los impuestos a las empresas, o el nudo de las pensiones y su anuncio de acabar las AFP. En entrevista con LR, la periodista que dirige el medio de la Alianza Ripe explica que, si bien el mercado espera respuestas, Boric llega con los temas de seguridad como prioridad.
¿Cómo analizan la victoria?
Si bien fue una elección muy disputada, ya en las últimas semanas estaba bastante claro que el triunfo iba a ir hacia Gabriel Boric. Lo que sí fue una gran sorpresa es que la diferencia fue muchísimo mayor de lo esperada, en torno a 10 puntos. Boric fue de esa manera elegido presidente con una votación histórica, con un apoyo muy fuerte en votos. Y eso es lo que principalmente generó una inestabilidad y una incertidumbre fuerte que se vio reflejada en un aumento de casi 30 pesos del dólar, a un nivel histórico de 870; y una caída de la bolsa en torno a 6% en un solo día.
¿Por qué este impacto?
Estaba incorporado su triunfo, pero no con esa distancia. Esa distancia genera un montón de preguntas a nivel de sistema político. Una es cómo se va a conformar la nueva oposición. Un resultado estrecho dejaba ordenada una oposición muy fuerte, hoy día es menos claro quién va a liderar esa oposición. José Antonio Kast se vislumbraba en un minuto como el gran líder opositor, y con eso moderando desde una posición bien diferente a Boric. Con el resultado hoy en día eso está un poco menos claro, y los mercados lo sienten.
Fue una votación histórica...
Eso es súper interesante en el caso de Chile, que tuvo voto obligatorio hasta hace unos 5 o 6 años; y mutamos hacia un voto voluntario. Aunque en esta elección fueron bastantes personas a votar, el universo era de 15 millones, y el total de votación está en torno al 8. Eso es algo que Boric tiene que considerar; no tiene un 55% de los chilenos, tiene un treinta y algo por ciento y eso debería considerarlo a nivel de la moderación de sus políticas.
¿Cuáles son los puntos que moderó en su propuesta?
Más que moderar las propuestas, lo que hizo en esta segunda vuelta fue generar gradualidad. Son cuatro años la presidencia, y muchas de sus políticas están pensadas ahora para ocho años. Boric para primera vuelta presentó un programa de más de 230 páginas, que entra a reformar todos y cada uno de los sectores que puedas imaginar dentro del país. Cada industria tiene una regulación nueva; en todos los sectores, desde la construcción, empresas estatales, regulaciones de pensiones, salud. Para segunda vuelta le hicieron ver que fiscalmente este programa maximalista era inviable, especialmente una reforma tributaria que iba a recaudar 8 puntos del PIB. Sería la reforma más agresiva que se ha tenido para Chile, y él pensaba hacerla en cuatro años. Suponía introducir una serie de impuestos nuevos, rediseñar impuestos clave para Chile como el royalty a la minería; ponía impuestos verdes, impuesto a los súper ricos. Lo que hizo bastante en la campaña es plantear que esa reforma se iba a dividir ahora en ocho y no cuatro años. Luego tuvo que sentarse con sus contrincantes de centroizquierda y generar un programa de convergencia programática. Entonces pasamos al final con dos programas: su programa original, que nunca se descartó, y luego uno más cortito que se centra en temas claves, como pensiones, tributario, salud. Ahora la pregunta es, la coalición que está en el Gobierno va a partir con este programa de convergencia, o va a irse al programa original en cada uno de los puntos. Eso es lo que el mercado está tratando de entender.
¿Y qué definió en pensiones?
Uno de los grandes slogan de campaña de Boric en primera vuelta era el fin de las AFP, las adminitradoras de los fondos de pensiones. Planteó que iba a reformar esto hacia un sistema mucho más solidario. Pero esto le generó el problema que los chilenos aún tienen recursos en los fondos de pensiones, y no están dispuestos a que los fondos pasen a un administrador estatal. El presidente electo ha ido hacia adelante y hacia atrás, abriendo espacio para hacerlo gradual. Ahí tiene un nudo gigante Boric.
¿Se ve hoy más matizado?
Cuando él se presentó al primer balotaje, lo hizo de la mano del Partido Comunista. El Partido Comunista tomó de cierta manera las últimas semanas un lugar un poquito más atrás. Sin embargo ahora, que está en el Gobierno, vemos unas declaraciones del presidente del Partido Comunista, diciendo “nosotros no vemos una coalición con la centroizquierda”. Ellos están empezando a recuperar este candidato. Gabriel Boric no ha mostrado sus cartas con respecto a con quién va a gobernar. Como señala un análisis del Financial Times, los chilenos estamos viendo cuál es el Gabriel Boric que nos va a ser presidente, si el de los últimos días o el del inicio de la campaña.
¿El pueblo chileno quiere un cambio de modelo, o la solución de inequidades en el actual?
La pregunta es si hay algunos dolores de la población chilena que no se han abordado con la celeridad necesaria. En el caso de las pensiones es muy evidente, porque además de ser bajas, tienen un componente social muy fuerte. Son las familias las que se deben hacer cargo de las personas mayores. Y muchas familias se preguntan por qué y cómo no hemos logrado generar un sistema de pensiones mejor. No hemos llegado al consenso de que lo que necesitamos hacer es fortalecer el mercado laboral. Y ese ha sido uno de los grandes fracasos de este país, no enfocar el problema que duele; el problema real es durante la época laboral activa: tenemos muy pocas cotizaciones. Sabemos que Boric va a intervenir en todo lo que es seguridad social con mayor estado. La pregunta es cuánto va a intervenir en el sector privado vía regulaciones y vía impuestos. Realmente el “elefante en la cristalería”, son los impuestos. Hay que estar mirando los impuestos a ver qué tanto cambio del modelo es; si son impuestos expropiatorios, como se ha visto proponer en algunas áreas, entonces sí va a haber un cambio del modelo. Hay otra cosa que está molestando acá. Una de sus grandes banderas de lucha era que el Estado había usado excesiva violencia en las manifestaciones del estallido de octubre de 2019. Que el Estado tenía que reparar y frenar las represalias. Sus primeros días ha sido muy presionado por grupos pidiéndole que tan pronto asuma levante todas las querellas que presentó el estado contra quienes participaron en actos violentos, y vote la ley de indulto. Si algo generó esta votación de extremos fue el eje seguridad y paz.
¿Qué esperan las empresas?
El problema no solamente es la magnitud de la reforma tributaria que plantea, sino que no hay detalles. Para el sector empresarial es muy difícil tomar decisiones sobre una serie de enunciados; hay harta presión para que se defina. Por eso es tan importante que el equipo económico quede conformado a la brevedad. Ese tipo de decisiones son las que está esperando todo el mundo.
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