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Las iniciativas apuntan a aprovechar el reciente aumento de las entradas de dólares derivadas de la amnistía fiscal del gobierno
El gobierno de Argentina está en una carrera contra el tiempo mientras trabaja con los principales bancos y empresas de pago para avanzar en la estrategia de dolarización de Javier Milei, incluso cuando los pesos tienen una gran demanda.
Para lograrlo, el gobierno planea adoptar dos medidas clave: lanzar la primera tarjeta de débito de doble moneda, para que los argentinos puedan realizar pagos en dólares a pesar de los actuales controles cambiarios, y permitir que los bancos proporcionen préstamos en dólares en sectores que actualmente están excluidos de dicha financiación.
Las iniciativas apuntan a aprovechar el reciente aumento de las entradas de dólares derivadas de la amnistía fiscal del gobierno. En los últimos cinco meses, los argentinos depositaron más de US$20.000 millones en bancos locales.
Ese flujo de efectivo extranjero, combinado con una medida del gobierno para limitar la oferta de moneda local, ha ayudado al peso a fortalecerse más de 20% en los mercados paralelos desde que alcanzó un mínimo histórico en julio.
Ahora, con un peso estabilizado, el uso del dólar aumentará, incluso en las transacciones cotidianas, dijo el presidente Milei la semana pasada. “A partir de ahora, cada argentino podrá comprar, vender y facturar en dólares, o en la moneda que considere; salvo el pago de impuestos”, dijo en la televisión nacional el 10 de diciembre.
Las autoridades están instando a los principales procesadores de pagos del país a desarrollar un mecanismo que permita compras con tarjetas de débito en dólares, según tres personas que se negaron a compartir los nombres de las empresas involucradas en las conversaciones.
El ministro de Economía, Luis Caputo, quiere que la tarjeta se lance en enero, pero las empresas creen que podría demorar hasta marzo, dijeron las personas. Según el plan, los consumidores argentinos podrán usar los dólares que depositen en sus cuentas sin pasar primero por el mercado cambiario, a diferencia del sistema actual que solo les permite usar pesos.
Además, el gobierno argentino está presionando a los bancos para que extiendan préstamos en dólares a más sectores. Caputo dijo el miércoles que quiere que los préstamos comerciales y las hipotecas se ofrezcan en la moneda estadounidense.
Las regulaciones actuales sólo dan acceso a dólares a aquellas empresas que generan ingresos en moneda extranjera. También destacó las conversaciones en curso con empresas inmobiliarias para establecer programas hipotecarios denominados en dólares durante sus comentarios del miércoles.
“Apuntamos a remonetizar la economía, tanto en pesos como en dólares”, dijo en un discurso en septiembre. “Queremos que la gente use sus dólares porque eso reactiva la economía, genera más ingresos y nos permite bajar los impuestos”.
Durante su campaña presidencial, Milei prometió cerrar el banco central de Argentina y adoptar el dólar como moneda del país. Una vez en el cargo, cambió de estrategia. La estrategia, denominada dolarización endógena, implica restringir la oferta de pesos, obligando a los argentinos a utilizar sus tenencias de dólares para pagar los gastos habituales.
Algunos supermercados, fabricantes e incluso bares han comenzado a aceptar pagos en dólares, pero las instituciones financieras aún están en el proceso de establecer la infraestructura necesaria para procesar dichas transacciones.
“Las transacciones en dólares seguirán aumentando en 2025 y tenemos que seguir desarrollando nuevos productos para satisfacer la demanda”, dijo Camila Gallelli, gerente de cartera de Santander Asset Management en Buenos Aires.
Esto es particularmente complicado en el ámbito de la tecnología financiera, ya que requiere la aprobación del banco central para una clave virtual uniforme, o CVU, en dólares. Las empresas de tecnología financiera han pedido a la institución monetaria que la apruebe, pero el banco central quiere primero nivelar el campo de juego entre las empresas de tecnología financiera y los bancos, dijo un portavoz.
“El desafío es brindar más transacciones en dólares. Es un pedido general de la industria fintech pero hoy no estamos tan cerca”, dijo Mariano Biocca, director ejecutivo de la cámara fintech argentina. El banco central podría dar su aprobación a mediados de 2025, dijo. “Se convertirá en un estándar de la industria, porque no se puede no tener”, dijo Biocca.
Por el momento, tanto los bancos como las fintech están ofreciendo alternativas al ahorro en dólares, en un intento de darle un uso a esos dólares de amnistía fiscal. Una de las mayores fintech argentinas, Ualá, ya recibió la aprobación de la CNV, un regulador, para lanzar un fondo en dólares que pagará un rendimiento anual similar al de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, según una persona con conocimiento directo.
Santander Asset Management también lanzó un fondo en dólares, al que seguirán otros en 2025. “Estamos percibiendo un crecimiento exponencial de nuestros fondos en dólares”, afirmó Gallelli de Santander Asset Management, que ya gestiona US$430 millones en este fondo y duplicó su participación este año.
Sin embargo, los analistas dudan de que las medidas sean suficientes para sentar las bases de la estrategia de dolarización del presidente. “La dolarización va a llevar tiempo. Necesita más reformas estructurales que hagan que Argentina vuelva a ser un país normal”, dijo en una entrevista Alejo Czerwonko, director de inversiones para los mercados emergentes de las Américas de UBS Group AG.
“Maximizar este flujo único de dólares que recibió Argentina puede ser útil para lograr los objetivos y es bienvenido, pero por sí solo no es suficiente”.
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