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Hubo pocos cambios en la lista de nominaciones para la junta, responsable de liderar a Petrobras en medio de una investigación por un esquema de corrupción dentro de la estatal.
La medida dejaría a Ferreira, quien sucedería al ex ministro de Hacienda, Guido Mantega, como una inusual elección no política del Gobierno.
En reemplazo temporal de Mantega, Petrobras nombró el jueves a Luciano Coutinho, titular del banco de desarrollo Bndes, como su presidente hasta la próxima reunión de accionistas, que se realizará el 29 de abril.
El Gobierno es el accionista mayoritario de Petrobras y su selección de nominados al directorio solo propuso una sustitución más, la de Ivan Monteiro, ex jefe financiero de Banco do Brasil SA, en reemplazo de la ex ministra de Planificación Miriam Belchoir.
El 6 de febrero, la petrolera nombró a Monteiro como su director financiero, cuando también eligió al entonces presidente ejecutivo de Banco do Brasil, Aldemir Bendine, como su nuevo jefe.
Una portavoz de Vale dijo que no había cambiado nada en la compañía y declinó hacer comentarios.
No está claro si Ferreira podría ocupar dos puestos, tanto en Vale como en Petrobras, sin enfrentar acusaciones de conflicto de intereses.
Vale, la mayor productora mundial de mineral de hierro, es un importante consumidor de diésel, el cual compra a Petrobras.
Entre los desafíos que enfrenta el próximo presidente de Petrobras está la publicación de los resultados del tercer trimestre del año pasado de la compañía.
La auditora de la empresa se ha negado a firmar el reporte si los documentos no contabilizan en detalle las pérdidas por sobornos.
Petrobras dijo en otro documento que no tenía una fecha para presentar sus reportes financieros y que los accionistas no los votarán para su aprobación en la reunión del 29 de abril.
En la bolsa de Sao Paulo, las acciones preferentes de Petrobras cayeron 0,86%, mientras que las de Vale se hundieron 3,05% justo tras conocerse la decisión del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
La consolidación también podría incluir a Mitsubishi Motors, el fabricante de automóviles japonés que ha estado en alianza con Nissan desde 2016
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