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Atenas está en conversaciones con la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para asegurar hasta US$94.480 millones en ayuda financiera. Ese sería su tercer rescate desde 2010.
El periódico Avgi, cercano al partido oficialista de izquierda Syriza, dijo que las autoridades griegas esperaban concluir las conversaciones con los prestamistas a mediados de agosto.
El primer tramo de ayuda de 24.360 millones de euros sería usado para destinar US$10.974 millones para una recapitalización inicial de los bancos griegos, US$7.857 millones para el pago de un préstamo puente de emergencia y US$3.511 millones para los bonos griegos en poder del BCE y otros pagos, publicó Avgi.
Analistas estiman que los bancos griegos podrían necesitar de hasta US$27.435 millones para su recapitalización, un déficit exacerbado por la salida de depósitos cuando un estancamiento en las negociaciones con los prestamistas amenazó a la permanencia de Atenas en la zona euro.
La enorme cantidad de dinero que salió del país llevó a las autoridades a imponer controles de capital el 29 de junio para evitar un colapso financiero.
A cambio de financiamiento, Grecia aceptó aplicar reformas que incluyen significativos ajustes a las pensiones, un aumento de los impuestos al valor agregado, una reformulación de su sistema de negociación colectiva y medidas para liberalizar su economía y limitar el gasto público.
Si las conversaciones no se completan a tiempo, las autoridades europeas podrían tener que entregar más financiamiento temporal, como hicieron con un préstamo puente en julio, aunque Avgi afirmó que esa posibilidad no ha sido discutida con los prestamistas.
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