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Sin el título 42, los migrantes serán deportados y recibirán sanciones que vetan la entrada por cinco años. California, Texas y nueva York son los estados a donde más llegan
Mañana se cumple una semana desde que se le dio baja al Título 42 en Estados Unidos, con el que se permitía la expulsión inmediata de los migrantes sin visa o identificación, sin incurrir en sanciones. Con la decisión, quedó activo el Título 8 con el que además de la deportación, a los migrantes indocumentados se les podría vetar la entrada al país por más de cinco años.
Pese a la nueva medida y a las advertencias de las autoridades, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) prevé una cifra récord de migrantes este año, principalmente, atravesando el Tapón del Darién: la selva que separa Panamá de Colombia. Solo el año pasado pasaron más de 250.000 personas, la cifra se incrementó casi 88% versus el año anterior.
“Los números de las personas que cruzan el Darién han sido mucho más altos y, si este paso continúa, veremos un número récord de personas cruzando de Colombia hacia Panamá, que van a ser números mucho más altos que en 2022”, recalcó a Reuters, Kelly Clements, alta comisionada adjunta de Acnur.
Según destaca Clements desde que se deshabilitó el Título 42 se ha ralentizado un poco el movimiento. Y estima la Secretaría de Seguridad Nacional de EE.UU. que la cifra se ha contraído hasta 50%. No obstante, las razones por las que las personas abandonan sus países no han cambiado, por lo que, dice, el verdadero reto es atender a fondo esas causas primarias.
Cifras del Instituto de Política Migratoria (MPI por sus siglas en inglés) muestran que México sigue siendo el país de donde más llegan migrantes. El último reporte señala que son más de 10,7 millones; el segundo lugar se lo lleva India, con 2,7 millones y cierra el top tres China con 2,3 millones. Luego están Filipinas, con 1,98 millones y El Salvador con 1,42 millones.
“Hay una tendencia al aumento de la migración en el mundo, y no es exclusivo de EE.UU., son distintas las situaciones: económicas, ambientales, de seguridad, conflictos armados que, en general, tienen al mundo en una movilización masiva de personas. En la región es posible que se vea un aumento por estas dinámicas mencionadas”, dice Luisa María Lozano, experta en relaciones internacionales de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana.
Para Lozano hay focos puntuales que impulsan la migración: el Triángulo del Norte: Salvador, Guatemala y Honduras, “que tienen unas situaciones políticas y económicas de mucha inestabilidad”; Venezuela, “con una situación ya conocida, no creo que se incremento, sino que se va a mantener”; Colombia, con el tapón del Darién; Haití y México.
Sin embargo, la experta señala que más que un desborde de las cifras se podría hablar de un ‘retorno’ a los niveles prepandemia. “Ya en 2021 se había roto un récord de migrantes con cifras parecidas a las de 2.003 o 2.004, entonces son olas, bajaron mucho a partir de 2006 y creo que ahorita podemos estar llegando a picos, no generaría un escenario de pánico, luego puede volver a bajar”, añade.
Junto con el anuncio de quitar el Título 42 y habilitar el Título 8, el Departamento de Seguridad Nacional los migrantes podrán ser arrestados y judicializados si vuelven a tratar de ingresar una vez sean deportados. El MPI registra que desde 2010 más de 10 millones de personas han sido deportadas y solo en 2021 la cifra llegó a 1,6 millones, tras un incremento de más de 60% frente a los niveles prepandemia. En 2020, por otro lado, la cifra fue de 405.036.
Pese a que los controles serían más estrictos en las fronteras. El presidente de EE.UU. Joe Biden, precisó que se habilitarían alternativas para los extranjeros que desean ingresar. Entre esas la creación de centros regionales de procesamiento en América Latina para que lo migrantes puedan solicitar el ingreso. Uno de ellos se ubicaría en Colombia.
Clement de Acnur, por su parte, propone que se cree un enfoque regional para atajar la crisis, con el que, por ejemplo, otros países puedan recibir a solicitantes de asilo mientras esperan una respuesta de Estados Unidos, en lugar de permanecer en países como México o Panamá, “en condiciones nada propicias” y a donde llegan gran parte de los migrantes ilegales.
Para fines como estos, en diciembre del año pasado la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dijo que necesitaba unos US$1.720 millones para ayudar a refugiados y migrantes de la región. Sin embargo solo recibió una cuarta parte de ese monto, por lo que redujo los programas de asistencia.
Si bien muchos migrantes no corren con suerte en el camino de entrar a EE.UU., otros logran, incluso, formalizar su situación con documentos de ciudadanía y residencias. La llamada ‘green card’ con la que muchos sueñan. Cifras del MPI muestran que en la última década la entrega de este documento se ha contraído cerca de 28%, con una caída notoria desde 2016. Ese año Donald Trump se quedó con la presidencia. No obstante, la cifra no llega a cero y el promedio de entregas entre 2014 y 2019 fue de 1 millón de residencias legales permanentes. En la pandemia la cifra bajó hasta 710.000 y desde entonces no se ha estabilizado.
Para los migrantes que logran establecerse en EE.UU., California se ha convertido en el estado más codiciado. El último censo del país muestra que acoge a más de 2,7 millones de personas. En segundo lugar se ubica Texas, con 1,7 millones y Nueva York cierra el top tres con 835.000.
Otros estados en la lista son la Florida, con 772.000 (aparecen, por ejemplo, Orlando o Miami que tienen amplia afluencia latina); Nueva Jersey con 440.000; Illinois, 425.000; y Georgia, 339.000.
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