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iF se encuentra en pleno plan de expansión. La operación de WeWork en Chile lleva cinco años
La gigante WeWork -que se declaró en quiebra en Estados Unidos ante problemas financieros- dejó una de sus ubicaciones ícono en Chile. La empresa entregó sus oficinas en el edificio Birmann, de propiedad del grupo Patio, en Las Condes, específicamente en la calle Mariano Sánchez Fontecilla 310. En su reemplazo, recalará en el reconocido inmueble la empresa iF Chile, ligada a Alejandra Mustakis, Paola Luksic Fontbona, Lionel Kaufmann, Francisco Colchero, Manuel Urzúa y Julián Ugarte.
La empresa nacional está en pleno plan de expansión: fundada en 2014, se define como una firma de arriendo de espacios de trabajo flexibles, enfocados en equipos de todos los tamaños y etapas, los que incluyen una amplia gama de servicios y contratos anuales o mensuales.
La firma ya cuenta con una red de 13 coworks -que suman 17.500 metros cuadrados- y estaría negociando quedarse con otras ubicaciones de la estadounidense en Santiago.
Wework opera, descontando las oficinas que manejaba en el edificio Birmann, sedes en Apoquindo 5950, Av. Presidente Kennedy 4420, Galería Vivo y Plaza Costanera.
Consultada la empresa tras dejar la mencionada ubicación, y si habría tomado la decisión de cerrar sus operaciones en Chile, ésta señaló a Diario Financiero: “Como parte del proceso habitual, WeWork está siempre en constante revisión de su portafolio inmobiliario. La operación de WeWorK en Chile, que lleva cinco años, se mantiene y sigue fortaleciéndose”.
Añadió que, “puntualmente, hemos tomado la decisión habitual del negocio de transferir nuestra operación del edificio WeWork Mariano Sánchez Fontecilla, al operador local Inmobiliaria, Consultora y Operadora IF SpA, que continuará operando el modelo de coworking y espacios flexibles del edificio y, adicionalmente, mantendremos la operación en nuestros edificios insignia en Santiago bajo la calidad y el servicio que nos caracteriza”.
Por su parte, iF Chile explicó a este medio que el acuerdo para recalar en Patio Birmann, edificio perteneciente al Fondo LV-Patio I, considera unos 9.000 metros cuadrados. En la actualidad, este espacio, que equivale a seis pisos completos de oficinas, cuenta con múltiples contratos de arriendo vigentes con pequeñas y medianas empresas, bajo el formato de cowork.
El gerente general de iF Chile, Manuel Urzúa, señaló: “Este acuerdo significa un importante paso en nuestro plan de crecimiento, en el que buscamos asegurar las mejores ubicaciones, alcanzar una operación de 50 mil metros cuadrados y establecer 20 locaciones en un plazo de tres años, lo que implica gestionar una inversión adicional de UF 500 mil (más de US$ 21 millones) en colaboración con los propietarios de los edificios”.
Mediante este acuerdo, iF alcanza 14 locaciones, reafirmando -dijo- su apuesta por el mercado de oficinas flexibles “como la nueva manera de trabajar tras la pandemia, en que las oficinas concebidas como servicio ofrecen mayor eficiencia para startups, pymes y nuevas empresas”.
Fuentes cercanas a la operación confirmaron que Patio gestionó la salida de WeWork debido a la delicada situación económica que atraviesa. La compañía se declaró en quiebra en EEUU y Canadá, en lo que se considera una inesperada caída para la alguna vez exitosa empresa emergente de arriendo de espacios de coworking cofundada por Adam Neumann y respaldada por miles de millones de dólares de la japonesa SoftBank. En su punto álgido llegó a valer US$47.000 millones, pero se desinfló a una velocidad meteórica.
Los negocios de WeWork en Chile, Argentina, Brasil, Colombia y México (WeWork Latam) -que forman parte de un joint venture en el que el SoftBank Latin American Fund- no forman parte de la quiebra.
El proceso del Capítulo 11 en Estados Unidos permite a WeWork rescindir los arriendo anticipadamente con una pequeña penalización financiera mientras busca reestructurar sus más de US$ 13 mil millones en obligaciones de arrendamiento.
Financial Times dijo, tras la quiebra de la compañía, que ésta y Neumann fueron el símbolo de cómo empresarios con carisma podían elegir un sector aparentemente serio, aplicar un brillo de tecnología y atraer capital de riesgo para obtener una valoración de “unicornio” o de más de mil millones de dólares fácilmente.
Pero a medida que las pérdidas aumentaron debido a una caída en cascada de la propiedad de oficinas y las tasas de interés aumentaron en los últimos dos años, la compañía creada por Neumann pasó a representar los peores excesos de la era del dinero barato.
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