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El Senado devolvió al gobierno partes de una medida provisional que frena el uso de créditos fiscales para compensar el costo de una exención de los impuestos sobre la nómina
El Ministro de Finanzas, Fernando Haddad, dijo que no existe un Plan B después de que los legisladores rechazaron su último intento de elaborar una legislación destinada a controlar el déficit fiscal de Brasil.
El martes por la noche, el Senado devolvió al gobierno partes de una medida provisional que frena el uso de créditos fiscales para compensar el costo de una exención de los impuestos sobre la nómina.
"El Senado asumió parte de la responsabilidad de intentar construir una solución", dijo Haddad a los periodistas al final del día.
La medida provisional ha provocado la ira de las empresas y del Congreso mientras el ministro busca mantener el objetivo fiscal del país dentro de su alcance.
El líder del gobierno en el Senado de Brasil, Jaques Wagner, dijo en un discurso que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva no estaba "cómodo" con la medida y que la decisión del Congreso era una "forma de detener lo que sería una tragedia sin fin".
Después de ese comentario, el senador Randolfe Rodrigues, líder del gobierno en el Congreso, dijo que Lula tiene "profunda confianza" en Haddad.
Las deliberaciones dentro del gobierno de Lula reflejan la difícil situación en la que se ha encontrado Haddad mientras lucha por cumplir su objetivo de eliminar el déficit fiscal primario de Brasil, que excluye los pagos de intereses, este año.
El creciente escepticismo sobre la capacidad de Brasil para controlar su déficit fiscal ha pesado sobre los mercados locales, obligando a los economistas a reducir las apuestas sobre recortes de las tasas de interés y a los operadores a comenzar a valorar los aumentos de las tasas .
El equipo de Haddad introdujo la medida provisional la semana pasada, ya que buscaba mitigar el costo de una exención del impuesto sobre la nómina para ciudades pequeñas y ciertos sectores económicos, que el Congreso extendió a pesar de las objeciones iniciales del gobierno.
Inmediatamente se enfrentó a la reacción de los legisladores y de las principales empresas, especialmente en el enorme e influyente sector agrícola del país.
Empresas como Archer-Daniels-Midland Co. y Amaggi Importacao e Exportacao Ltda retiraron nuevas ofertas para productos básicos como la soja y el maíz, ya que los comerciantes fueron tomados por sorpresa por la medida, que limita la capacidad de algunas empresas para monetizar créditos fiscales.
Las refinerías privadas que representan el 20% del suministro de combustible de Brasil podrían incluso detener sus operaciones si ya no es rentable producirlo, dijo Evaristo Pinheiro, jefe del grupo industrial Refina Brasil, en una entrevista el lunes.
El Ministerio de Finanzas proyecta actualmente un déficit de 14.500 millones de reales (US$2.700 milloneS) -o el 0,1% del PIB- este año, dentro del rango de tolerancia permitido por las reglas de gasto. La exención del impuesto sobre la nómina costará 26.300 millones de reales, según estimaciones del ministerio.
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