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Las debilidades en la región ya venían incrementándose desde antes de que llegara la pandemia y empeoraron más el año pasado
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) alertó este jueves que los avances en materia de bienestar de las personas logrados en las dos últimas décadas en América Latina se pudieron haber debilitado como consecuencia de la pandemia de covid-19.
El informe publicado por la Ocde señala que la pandemia golpeó con especial fuerza a la región y a los grupos más vulnerables de la sociedad, además que llegó cuando se estaban incrementando las vulnerabilidades en varios ámbitos.
"El crecimiento de los ingresos y la reducción de la pobreza ya estaban debilitándose; el empleo disminuía y el desempleo aumentaba; y la satisfacción de las personas con sus condiciones de vida y su confianza en las instituciones públicas se estaban deteriorando. Los marcados descensos observados, entre 2019 y 2020, en la satisfacción con la vida y las relaciones sociales ponen de relieve el costo humano de la crisis", dice la Ocde en su informe.
Agrega que durante los 20 años antes de la llegada de la pandemia, los latinoamericanos registraron avances en su bienestar material en varios ámbitos. En promedio, el gasto en consumo de los hogares aumentó un tercio entre 2000 y 2019 y la esperanza de vida mejoró, al igual que la educación secundaria, y el número de hogares con acceso al agua potable.
Sin embargo, después de 2014, los avances se estancaron luego de que terminara el auge de los precios de las materias primas. Dice el informe que las percepciones sobre el nivel de vida se deterioraron entre los habitantes de América Latina, al tiempo que se ralentizó el ritmo de reducción de la desigualdad en los ingresos.
También se estancó la reducción de la pobreza en varios países después de 2015, mientras que los niveles de empleo cayeron entre las personas de 25 años o mayores.
Con la llegada de la pandemia, en general la satisfacción con la vida cayó de forma más pronunciada en América Latina que entre los países de la Ocde, y sobre todo entre las personas más vulnerables como mujeres, jóvenes, los habitantes de zonas rurales y las personas con menor nivel educativo.
La Ocde también puso en evidencia la poca eficacia del aprendizaje a distancia que se implementó debido a los confinamientos que obligaron a cerrar las escuelas en la región durante más de 41 semanas.
Dijo que 46% de los niños de 5 a 12 años vive en hogares sin conectividad, y menos del 14% de los alumnos pobres, que viven con menos de US$5 al día, cuentan con una computadora conectada a Internet en casa.
También concluye que es necesario que el bienestar sea el eje de los planes de recuperación y sugiere que las medidas de éxito más amplias, más allá de las puramente macroeconómicas, deberían formar parte del diseño y la evaluación de políticas.
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