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Los problemas que afronta la región actualmente deben ser solucionados por medio de hábiles acciones políticas
En un análisis de la economía actual de América Latina, el exministro Mauricio Cárdenas expuso los principales problemas que afronta la región con la llegada del virus y la guerra de los precios del petróleo.
Aunque el Covid-19 tendrá un impacto importante en Latinoamérica, la guerra de precios del petróleo es un golpe significativo también. La región enfrentará un año de menor crecimiento y de finanzas públicas mucho más débiles. Además, la capacidad limitada de crear políticas monetarias y fiscales para mitigar los choques externos también suponen un problema. Los gobiernos deberán, según Cárdenas, adoptar estrategias que combinen medidas de estímulo a corto plazo.
Muchos países de la región como Colombia y Venezuela ya estaban en situaciones de agitación social antes de la llegada del Covid-19. Venezuela, además, está en medio de una crisis humanitaria muy grave. "Es posible que no esté claro cómo interactúan la pandemia y la guerra del petróleo con los disturbios sociales, pero parece que las condiciones iniciales inestables pueden amplificar sus ramificaciones económica", expresó el exministro.
Los precios más bajos del petróleo significan un deterioro en las cuentas fiscales para las economías de la región. Sumado a lo anterior, los inversores se han mudado hacia activos de bajo riesgo como el oro y los bonos del Tesoro de los Estados Unidos, lo cual implica menos financiamiento y los prestatarios tendrán tasas más altas de interés en los mercados mundiales.
Según Cárdenas "el Instituto de Finanzas Internacionales recalcó que la salida neta de capital de cartera de los países emergentes fue de US $ 29,4 mil millones en los dos meses posteriores a la erupción de Covid-19. Los choques gemelos (Covid-19 y los bajos precios del petróleo) pueden verse agravados por la respuesta de los flujos de capital".
Los efectos del Covid-19
Uno de los puntos en que hizo hincapié Cárdenas fue el efecto directo del virus sobre las cadenas de suministro en países con importantes economías como Brasil y México, los cuales importan bienes desde China para sus sectores manufactureros; sectores de automóviles, electrónica y maquinaria se podrán ver seriamente afectados. Las importaciones de bienes del país asiático representan el 8% del valor agregado manufacturero de México y el 6% de Brasil.
"Las importaciones totales de China son de entre 70 y 80 mil millones de dólares (6 por ciento del PIB) en México, y de 35 mil millones de dólares (1.7 por ciento del PIB) en Brasil", dijo Cárdenas. La conclusión ante esta situación es el peligro que corre México a la interrupción de las cadenas de suministro, ya que las exportaciones juegan un papel importante en su economía.
Un segundo efecto, expuesto por el exministro, es la disminución de los viajes y el turismo, así como la industria de los cruceros. Este tipo de servicios son la principal actividad económica de exportación para varios países del Caribe. Las restricciones de los viajes y la cuarentena tendrán efectos negativos para este tipo de negocios.
La cancelación de eventos, el cierre de escuelas y los límites a las interacciones de los ciudadanos también reducen la demanda interna. "Los datos de encuestas recientes sobre el sector minorista en Colombia ya sugieren una reducción en las ventas esperadas en los próximos tres meses. Esto resulta de que los hogares se vuelven más cautelosos con sus decisiones de consumo dado el riesgo de contagio y la incertidumbre sobre las perspectivas económicas", agregó Cardenas.
Guerra de los precios del petróleo
China representa el 50% de la demanda mundial de cobre y niquel, y el 15 % del consumo global de petróleo. La disminución de la actividad económica en el país asiático ha significado precios más bajos para dichos productos. "El mayor aumento en la producción mundial de petróleo en la historia está ocurriendo, mientras que la demanda mundial ha sido menos dinámica, en parte porque China está creciendo a un ritmo más lento, incluso antes de la erupción del coronavirus", expresó Cardenas.
Según el exministro, América Latina no está bien posicionada en esta guerra de precios. Sin embargo, la producción seguirá siendo viable en Colombia, México y Venezuela, donde los costo de producción de petróleo está por debajo de US$ 40. En Colombia, por ejemplo, Ecopetrol ha dicho que su costo por barril es de US$ 30. A pesar de lo anterior, los precios de las acciones de Ecopetrol y Petrobras de Brasil cayeron más de la mitad la semana pasada.
Otra de las implicaciones expuestas por Cárdenas son las pérdidas fiscales de los países. Cada disminución de 10 dólares en el precio es igual a una pérdida de ingresos fiscales cercana al 1% en el PIB de Ecuador y Venezuela; Brasil, Colombia y México pierden la mitad de esa cifra.
En Argentina, las condiciones económicas actuales significan que el FMI podrá mostrar más flexibilidad para acomodar las demandas de la reestructuración de la deuda del país. Brasil, por otra parte, conocida como la economía más grande de América Latina, se estima que pasará del 2.2% a 1.5% en la perceptiva de crecimiento para 2020.
Cárdenas sostiene que los precios bajos del petróleo acentuarán la crisis humanitaria de Venezula. Las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos acarrean una venta del petróleo por parte del país con descuentos muy altos, lo cual podría generar menos producción de petróleo y una reducción en los ingresos del gobierno.
El exministro concluye que el difícil panorama que afronta la región solo puede ser controlado con hábiles acciones políticas. Se necesita un mayor espacio fiscal para solventar los gastos adicionales en el sector salud por culpa del Covid-19. Agrega que "los bancos centrales deberían reducir las tasas de interés cuando sea posible y proporcionar liquidez adicional para evitar cualquier interrupción en el crédito. Sin embargo, estas medidas deben complementarse con una agenda de reformas que fortalezca las perspectivas fiscales a mediano plazo".
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