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Es probable que los datos respalden las expectativas de que el banco central empiece a recortar las tasas ya el mes que viene, después de que adoptó un tono pesimista en su reunión de junio
La inflación anual de Brasil cayó en junio a un mínimo desde septiembre de 2020, mostraron el martes datos de la agencia de estadísticas Ibge, renovando las apuestas a que un recorte de las tasas de interés está a la vuelta de la esquina a medida que los precios al consumidor continúan su tendencia a la baja.
La inflación anual en la mayor economía de América Latina se desaceleró a 3,16% en junio desde 3,94% en mayo, en línea con el consenso del mercado de 3,17%. Los precios cayeron 0,08% en tasa mensual, la primera baja desde septiembre del año pasado.
Es probable que los datos respalden las expectativas de que el banco central empiece a recortar las tasas ya el mes que viene, después de que adoptó un tono pesimista en su reunión de junio, en la que dijo que era posible un recorte en agosto si continuaba la trayectoria positiva de inflación.
"La fuerte caída de la inflación el mes pasado hace casi seguro que el banco central inicie su ciclo de relajación en su próxima reunión", dijo William Jackson, economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics. "Hemos previsto una reducción de 25 puntos básicos de la tasa Selic, hasta el 13,50%, pero los riesgos empiezan a inclinarse hacia un movimiento mayor, de 50 puntos básicos".
La autoridad monetaria brasileña ha llevado a cabo uno de los ciclos de endurecimiento más agresivos del mundo desde principios de 2021 en un intento por frenar la inflación, con las tasas en máximos de seis años de 13,75% desde agosto de 2022.
La caída de los precios al consumo de 0,08% de mayo a junio se debió principalmente al descenso de los costos de los alimentos, las bebidas y el transporte, y también estuvo en línea con las expectativas del mercado. La inflación anual se encuentra actualmente dentro del rango objetivo de este año de 1,75%-4,75%, aunque se espera un repunte a partir de julio debido a efectos de base desfavorables.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que ha pedido insistentemente al Banco Central que reduzca las tasas, ya que considera que los elevados niveles actuales obstaculizan el crecimiento económico, celebró la tendencia a la baja de la inflación.
"El jefe del Banco Central es un tipo testarudo, pero las tasas de interés empezarán a bajar pronto", dijo Lula en una transmisión en directo por las redes sociales, refiriéndose al gobernador del Banco Central, Roberto Campos Neto.
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