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El IPC aumentó 7,68% en abril frente al mismo mes del año anterior. La cifra fue inferior a la estimación de economistas de 7,73%
La inflación anual de México se aceleró menos de lo esperado en abril, aunque los precios subyacentes se mantuvieron en su nivel más alto en 21 años, lo que ejerce una presión adicional sobre el banco central para continuar aumentando las tasas de interés.
Los precios al consumidor subieron un 7,68% con respecto al mismo mes del año anterior, informó el lunes el instituto nacional de estadística. La cifra fue inferior a la estimación mediana de 7,73% de los economistas encuestados por Bloomberg. Sobre una base mensual, los precios subieron un 0,54%, impulsados principalmente por los costos de los alimentos y la energía, por debajo de la mediana de las estimaciones de los economistas, del 0,58%.
La inflación subyacente, que excluye elementos volátiles como el combustible, aumentó un 7,22% el mes pasado con respecto al año anterior, más que la mediana de la estimación de analistas del 7,18% y su ritmo más rápido desde 2001. Los economistas prestan mucha atención a los aumentos sostenidos de los precios subyacentes, porque a menudo indican que la inflación elevada podría resultar más persistente de lo esperado originalmente.
Durante el último año, México y otras economías importantes de América Latina han estado luchando contra un aumento en los precios al consumidor, que se han encontrado con una respuesta sin precedentes de los bancos centrales de toda la región. La invasión rusa a Ucrania a fines de febrero, que disparó los precios de los alimentos y el combustible, agregó un fuerte viento de cola a las presiones inflacionarias.
El banco central, conocido como Banxico, desde junio ha elevado los costos de endeudamiento en 250 puntos básicos y se prevé que el jueves aumentará su tasa clave por octava reunión consecutiva hasta 7%. El banco apunta a una inflación del 3%, más o menos un punto porcentual, pero no prevé alcanzar su meta hasta 2024.
Hablando ante una audiencia en el Senado el mes pasado, la nueva gobernadora del banco, Victoria Rodríguez Ceja, dijo que la junta actuará con decisión para sofocar los aumentos de precios, ya que casi dos años de inflación por encima del objetivo han hecho que las expectativas se desmoronen. Los analistas encuestados por Banxico ahora prevén una inflación para fin de año del 6,67%, frente al 4,22% de diciembre.
La junta de Banxico también evaluará los movimientos y las señales de la Reserva Federal de Estados Unidos, lo que presenta “un reto adicional para la conducción de la política monetaria en nuestro país”, dijo a los senadores.
Después de un alza de tasas de un cuarto de punto en marzo, la Fed subió el 4 de mayo su tasa de referencia en 50 puntos básicos, el mayor aumento desde 2000, como parte del ciclo de alzas para controlar la inflación más rápida en cuatro décadas. Tradicionalmente, Banxico ha seguido el ritmo establecido por su contraparte estadounidense para detener las salidas abruptas de capitales de México.
“Los bancos centrales del mundo, el de México incluido, enfrentan la coyuntura más difícil de las últimas cuatro décadas”, dijo Rodríguez.
Ayuda para los consumidores
Con la mirada puesta en los votantes de la clase trabajadora de México que luchan contra los crecientes costos de los alimentos y la energía, el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la semana pasada un acuerdo para mantener bajos los precios de los alimentos.
El plan de México incluye pedir a las principales empresas, como la panificadora Grupo Bimbo S.A.B., el gigante de las telecomunicaciones Teléfonos de México SAB y el propietario de la cadena de supermercados Organización Soriana SAB que limiten los aumentos de precios en los próximos seis meses.
Se supone que desde las sardinas hasta la harina de trigo, bienes que forman parte del gasto diario, seguirán siendo asequibles para los consumidores mexicanos, aunque el Gobierno no llegó a imponer precios máximos.
Partes del acuerdo tardarán en entrar en vigor, dice la economista de Monex Casa de Bolsa Janeth Quiroz Zamora, señalando que el Gobierno ha ofrecido a los agricultores fertilizantes y otras formas de asistencia para aumentar la producción de granos.
La invasión rusa a Ucrania y otros factores han provocado que los precios se disparen, ya que México se ha vuelto cada vez más dependiente de las importaciones. “Implica tiempo en que se siembra, se da la cosecha, se recolecta”, dijo.
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