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El informe Latinobarómetro 2024 también muestra que los nuevos presidentes han proporcionado un impulso a la democracia
Los resultados de la última encuesta de Latinobarómetro, la cual fue realizada en 17 países, demostraron que este año América Latina apunta a un cierto grado de resistencia. Esto, a pesar que la región ha sufrido años de estancamiento económico, agitación política y el avance del crimen organizado.
Desde la encuesta de 2023, el apoyo a la democracia ha aumentado ligeramente, aunque todavía se sitúa por debajo del nivel que solía mantenerse antes de 2017. En el estudio se destaca que los latinoamericanos siguen creyendo en el voto.
La encuesta también muestra que los nuevos presidentes han proporcionado un impulso a la democracia. Dicen que esto se aplica en Argentina, con Javier Milei, en México con la elección de Claudia Sheinbaum. Añaden que las elecciones en Ecuador, Guatemala y Panamá también revivieron la fe en la democracia. Por otra parte, mencionan que el apoyo a la democracia ha caído en Perú, debido a una presidente frívola, y en Bolivia, debido a la lucha de poder entre el actual presidente, Luis Arce, y Evo Morales.
El estudio reveló que la satisfacción con el funcionamiento de la democracia ha aumentado, esto a pesar de que todavía dos tercios de los encuestados siguen descontentos. Agregaron que en 2009, en pleno auge de las materias primas que impulsó algunas economías de la región, había tantos encuestados que estaban satisfechos con sus democracias como los que no lo estaban.
En cuanto a las actitudes hacia la democracia dicen que se vuelven ambivalentes. Más de la mitad, y 61% de las personas que se definen como clase alta, dicen que no les preocuparía que asumiera el poder un gobierno no democrático, siempre y cuando resuelva los problemas de su país.
Marta Lagos, directora de Latinobarómetro, aseguró “la mayor debilidad de la democracia latinoamericana es que alrededor de cuatro de cada diez piensan que puede funcionar sin partidos políticos, parlamento u oposición”.
El estudio señaló que 72% cree que su país está gobernado por grupos poderosos para su propio beneficio, aunque esta cifra es inferior a 79% de 2018.El Salvador y México van a contracorriente de esta tendencia, con 62% y 47%, respectivamente. Aunque 76% piensa que la distribución del ingreso en su país en injusta, 89% lo cree así en Chile y 85% en Venezuela.
Antes de la pandemia, América Latina se caracterizaba por estallidos sociales, en muchas ocasiones impulsadas por los jóvenes. Actualmente, se vive un momento más de calma. Alrededor de 26% afirma que su sociedad necesita un cambio radical, frente a 30% del año pasado, y 35% dice que puede mejorar con pequeños cambios.
En cuanto a las instituciones, dicen que hay poca confianza. Aunque la iglesia católica sigue siendo la más fiable, ha perdido la confianza de aproximadamente uno de cada diez. Mientras que la confianza en la policía ha aumentado. Esto refleja una demanda de seguridad frente a la delincuencia. Aun así, casi el doble de los encuestados piensa que la economía, y no la seguridad, es el mayor problema de su país.
A pesar del crecimiento económico, 60% afirma que ellos y su familia ha progresado en los últimos 10 años. Cerca de 48% se define ahora como clase media, comparado con 41% del año pasado y 32% en 2020. Mientras que 25% afirma carecer de alimentos suficientes alguna o la mayor parte del tiempo.
Por otra parte, 92% tiene acceso a un teléfono móvil, 69% a internet y 35% a un carro. El apoyo a la economía de mercado ha aumentado constantemente, pasando de 47% en 2007 a 66% en la actualidad.
Por otro lado, los latinoamericanos preferirían estrechar lazos con Estados Unidos antes que con China. Aunque esta opinión se dio antes de la victoria de Donald Trump, por lo que las personas tienen una opinión más positiva del presidente Xi Jinping que del presidente electo de Estados Unidos.
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