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El empleo público creció a un ritmo de 2,7%
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De los 93.000 empleos formales creados en lo que va del año, 50.000 corresponden al sector privado y 43.000 al sector público
Según cifras del Banco Central de Reserva del Perú, Bcrp, entre enero y agosto, el Estado generó un promedio de 1,7 millones de empleos formales de un total de 5,9 millones registrados en el país. Pese a representar una proporción menor, el empleo público creció a un ritmo de 2,7%, superando al sector privado, que solo reportó un aumento de 1,2%.
De los 93.000 empleos formales creados en lo que va del año, 50.000 corresponden al sector privado y 43.000 al sector público. Es decir, casi la mitad de los puestos formales que se crearon en lo que va del año se dieron en el rubro público.
“El empleo público no es más de 15% o 20% del total del empleo. Sin embargo, en los últimos meses, es la mitad del crecimiento del empleo. Como proporción del empleo total está aumentando y eso es preocupante. Creo que es una respuesta al hecho de que hay todavía una enorme desconfianza en el sector privado por invertir”, comentó en diálogo con Gestión.
Paola Herrera, economista del Instituto Peruano de Economía, IPE, coincidió en que este aumento de contrataciones públicas está relacionado a la mayor velocidad de ejecución de presupuestos y de inversión en los tres niveles de gobierno.
Herrera precisó que, si bien el sector público es una fuente importante de empleos, buena parte de estos pueden ser temporal y no están ligados a un crecimiento sostenible de la economía, que requiere de mayor inversión de empresas privadas y de actividades más productivas.
Además, la especialista advirtió que el aumento del empleo público podría representar un reto a futuro en relación al déficit fiscal, que viene siendo de 4% del PBI en los últimos cinco meses. Como se recuerda, la meta del Gobierno es que sea de 2,8% al cierre de este año.
“Este tipo de gastos son rígidos. No es sencillo, de un año a otro, recortar la planilla para poder disminuir el déficit. Dificultan mucho más [el aumento del empleo público] que se pueda ajustar los gastos para poder cumplir con la meta fiscal”, sostuvo.
Según datos del Bcrp, el Estado viene incrementando en 9,7% su gasto corriente en remuneraciones, especialmente en los sectores de Salud y Educación. Este aumento, indica la entidad monetaria, se ha dado por aumentos salariales, bonos y otros beneficios.
Actualmente, se observa que el sector público ofrece los mayores salarios. El ingreso promedio de los trabajadores públicos asciende a US$995, superando al valor en el sector privado, que es de US$853. Se trata de 16% más en el sector público.
Durante los primeros ocho meses del año, los salarios en el sector público crecieron 10,1% en términos nominales y 7,4% en términos reales, considerando la inflación.
“El aumento en el ingreso promedio en el sector público puede deberse, por un lado, a que se estén contratando más funcionarios públicos de mayores ingresos.La otra razón sería que, a quienes ya estaban contratados, les hayan subido los salarios”, indicó Herrera del IPE.
El aumento de la masa salarial total en el país, que creció 6% en agosto, también reflejó esta tendencia. En detalle, mostró una desaceleración en el sector privado, donde solo aumentó 3,5% en agosto respecto al mismo mes del año pasado.
Estos datos, comentó Jaramillo, refuerzan la idea de que el sector público está ganando más peso en el gasto en remuneraciones, lo que podría tener consecuencias a largo plazo si el sector privado no retoma el liderazgo en la creación de empleo.
“En el sector privado hay bastante más preocupación. Entonces, es natural que las políticas salariales estén alineadas con eso. Es preocupante que el sector privado esté rezagado con relación al sector público en términos de creación de empleo”, subrayó.
Pese a que, en cierta proporción, se observa un mayor dinamismo en el empleo creado por el Estado, Herrera del IPE consideró que sí hay señales de una recuperación del empleo en el sector privado.
El avance está ligado a la mejora en el consumo, la disminución de las tasas de inflación y la superación de los choques que afectaron la economía en el 2023. Sin embargo, la economista explicó que la caída del empleo formal en el sector agropecuario (-11,7%) frenó un mayor avance en el empleo privado.
“Antes, el agro fue el segundo mayor generador de empleo formal, especialmente, en las regiones agroexportadoras del norte e Ica. Pero, en esas regiones, prácticamente la mitad de todo el empleo formal estuvo golpeada por los efectos climáticos”, recordó.
Aunque se espera que la campaña de agroexportación de productos como el arándano comiencen a reactivar este sector a partir de septiembre y octubre, las expectativas de una recuperación rápida son aún limitadas.
Asimismo, la economista precisó que el ritmo de creación del empleo formal privadoaún no alcanza los niveles que tenía antes de la pandemia.
“Si comparamos cómo está creciendo el empleo formal privado ahora versus la velocidad que tenía antes de la pandemia, no hemos logrado recuperar esa velocidad. Todavía hay un campo por reactivar, mucho más en aquellos sectores que generan más empleo formal para que este no esté solo sostenido por el sector público”, agregó.
Jaramillo coincidió en que parte de los indicadores del mercado laboral no logran alcanzar los niveles previos a la pandemia, principalmente, por las cifras de empleo juvenil y del subempleo por ingresos, que está muy por encima de lo que se tenía antes de la crisis.
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