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Técnicos trabajan en el interior de una instalación de conversión de uranio en Irán
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Su misil balístico más poderoso tiene un alcance estimado de hasta 5.000 kilómetros, lo que pone a toda Europa a su alcance
El creciente conflicto entre Irán e Israel ha vuelto a centrar la atención mundial en las ambiciones nucleares de la República Islámicay en si le están otorgando la capacidad de disparar un arma atómica.
Irán comenzó a aumentar la producción de material fisible en los últimos años, después de que Estados Unidos se retirara de un acuerdo en virtud del cual Teherán reducía sus actividades nucleares a cambio de un alivio de las sanciones.
Hoy, probablemente podría producir el uranio enriquecido necesario para una bomba en menos de una semana. Todavía tendría que dominar el proceso de convertir el combustible en arma para producir un dispositivo operativo capaz de alcanzar un objetivo remoto.
En virtud del acuerdo histórico de 2015, Teherán se comprometió a no enriquecer uranio por encima de 3,7% durante 15 años, la concentración del isótopo fisible uranio-235 necesario para las centrales nucleares. También prometió limitar sus reservas de uranio enriquecido a 300 kilogramos (661 libras), o aproximadamente 3% de la cantidad que tenía antes de que se firmara el acuerdo.
Según los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica, Irán estaba cumpliendo los términos de ese acuerdo cuando en 2018 Estados Unidos se retiró del mismo bajo el mandato del entonces presidente Donald Trump.
En ese momento, las restricciones a los esfuerzos de enriquecimiento atómico de Irán significaban que habría necesitado un año para producir suficiente material fisible para alimentar un arma nuclear.
Un año después de que Estados Unidos abandonara el acuerdo y volviera a imponer sanciones (negando a Irán los beneficios económicos prometidos por el acuerdo), Teherán comenzó a intensificar su programa .
Ha acumulado suficiente uranio enriquecido para construir varias bombas si sus líderes deciden purificar el metal pesado al nivel de 90% que se usa normalmente en las armas. Además, no solo volvió a enriquecer a 20%, sino que por primera vez avanzó a 60%, un nivel de pureza que, según el Oiea, es técnicamente indistinguible del combustible apto para armas.
Según datos del OieaIEA, los ingenieros iraníes están produciendo el equivalente a una bomba de uranio enriquecido a 60% por trimestre. Ese material puede enriquecerse rápidamente hasta los niveles de 90% que se utilizan en la mayoría de las armas, para luego producir los 15 kilogramos de combustible que se utilizan en una ojiva simple.
La obtención del material necesario para inducir la fisión atómica es el paso más difícil en el proceso de fabricación de energía nuclear o de bombas. Los países necesitan desarrollar una infraestructura industrial para producir isótopos de uranio-235, que constituyen menos de 1% de la materia del mineral de uranio, pero son fundamentales para mantener una reacción de fisión en cadena.
Para separar el material se utilizan miles de centrifugadoras que giran a velocidades supersónicas. El Oiea lleva un registro de los cambios en gramos de los inventarios de uranio en todo el mundo para asegurarse de que no se desvíe hacia la fabricación de armas.
Irán siempre ha mantenido que buscaba energía nuclear, no armas nucleares,pero las potencias mundiales han dudado de esa afirmación.
Ha construido instalaciones subterráneas reforzadas con acero en sus dos principales sitios de enriquecimiento en Fordow y Natanz, lo que hace que sean más difíciles de atacar en un ataque aéreo.
Además del material fisible, existe el mecanismo de la bomba y los medios para lanzarla. Es probable que Irán ya tenga los conocimientos técnicos necesarios para producir un sencillo dispositivo de implosión de armamento como el que Estados Unidos lanzó sobre Hiroshima en 1945.
Un piloto iraní tendría que sobrevivir a una incursión en territorio enemigo para lanzarlo. Otra posibilidad es que el equipo se pueda enviar dentro de un contenedor por tierra o a bordo de un barco.
Para atacar un objetivo remoto, Irán necesita una ojiva nuclear lo suficientemente pequeña como para que pueda ser colocada en uno de sus misiles balísticos y sobrevivir al reingreso a la atmósfera terrestre. Teherán no ha realizado pruebas que sugieran que sabe cómo fabricar una ojiva nuclear.
Irán realizó estudios sobre cómo ensamblar un dispositivo de este tipo hasta 2003. Según informes de inteligencia de Estados Unidos, es probable que no haya reanudado esos estudios.
Se estima que el tiempo que Irán podría necesitar para completar el trabajo necesario oscila entre cuatro meses y dos años. Su misil balístico más poderoso tiene un alcance estimado de hasta 5.000 kilómetros (3.100 millas), lo que pone a toda Europa a su alcance.
Israel considera desde hace tiempo que la posibilidad de que Irán cuente con armas nucleares es un riesgo existencial y ha tratado de frenar sus ambiciones nucleares por la fuerza. Se cree que está detrás del asesinato en Teherán de seis científicos nucleares iraníes desde 2010 y de varios ataques a instalaciones nucleares en Irán.
Los funcionarios israelíes han insinuado en repetidas ocasiones que, si Irán llegara al límite de su capacidad armamentística, atacarían su programa nuclear utilizando la fuerza aérea. El país puso a prueba sus planes de ataque durante su simulación de guerra denominada Carros de Fuego en 2022.
Aunque Israel destruyó con éxito un reactor iraquí en construcción en 1981 y bombardeó un supuesto emplazamiento nuclear sirio en 2007, los desafíos que plantea Irán son mucho mayores. Sus instalaciones son tan numerosas que los funcionarios de inteligencia han advertido de que un ataque sólo podría retrasar, pero no destruir, la capacidad de Irán de reunir las tecnologías necesarias para fabricar un arma nuclear.
Además, cualquier ataque sería complicado porque los aviones de combate más avanzados de Israel necesitarían reabastecimiento en el aire para poder atacar Irán y regresar a casa sanos y salvos.
El director general del Oiea, Rafael Grossi, dijo que Irán cerró temporalmente sus instalaciones nucleares como medida de seguridad tras el primer ataque con misiles contra Israel, en abril. Dijo que siempre le había preocupado la posibilidad de un ataque israelí contra las instalaciones nucleares de Irán y pidió “extrema moderación”.
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